
Al niño Cristian Ramírez Álvarez, la mañana le resultaba demasiado larga en comparación con la tarde, la ansiedad, propia del menor que aguarda el momento de descargar toda su energía en los terrenos de béisbol, lo llevaba a sentirse inquieto muchas horas antes de cada jornada de entrenamiento en el Viaducto de Matanzas.
Como muchos otros que formaron y forman actualmente parte del proyecto comunitario Los Cometas, en la llamada Atenas de Cuba, Cristian pasó varios de los mejores años de su joven vida rodeado de guantes, bates, pelotas y también de consejos, enseñanzas, premios, valores…

Hoy recuerdo con nostalgia mi paso por el grupo, todavía aparezco a cada rato a saludar a los profes y ver cómo juegan los niños, aquí formé una familia, hice amigos para toda la vida y fui inmensamente feliz al mismo tiempo que, casi sin darme cuenta, formé una personalidad de la cual me enorgullezco, refiere ahora el adolescente de 15 años, vecino de la vistosa barriada de Playa, en la capital matancera.
Iniciativa que se define como un espacio inclusivo para el mejoramiento de la sociedad y el entorno a partir de la práctica deportiva, surgió hace una década para cambiar la vida de más de dos mil chicos y sus familias, quienes vieron en el juego una oportunidad de disfrute y un sano proyecto de vida.

Dianelys Rangel Blanco, madre de uno de los pequeños que actualmente integra “Los Cometas”, considera que el cambio de Dylan (su hijo) ha sido radical desde su entrada al colectivo, pues ahora es capaz de desenvolverse de un modo mucho más natural en los distintos escenarios, algo impensado hace un año a causa de su extrema timidez.
Los entrenadores le dicen también que de nada vale ser buen pelotero si no protegen el medio ambiente, si no son aplicados estudiantes o si no son capaces de apoyarse incondicionalmente los unos a los otros. Mi hijo aquí ha aprendido muchísimo y nosotros los progenitores también hemos recibido alguna que otra lección, opina.
En medio de una jornada ajetreada por el calor, el clima y el juego, Bárbaro R. Izquierdo, líder del proyecto comunitario y licenciado en Cultura Física, cuenta sobre los orígenes, de la rica trayectoria de estos 10 años y los innumerables retos que de seguro vendrán en un panorama nacional muy complejo.

Una de las razones principales de mantener viva esta propuesta es precisamente el contexto, porque aquí los muchachos y sus padres se divierten de modo natural, olvidan por un rato los muchos problemas que todos tenemos en casa y alejan a la vez a los infantes de las computadoras, los celulares y tablets tan de moda en los tiempos que corren, señala el también miembro de la red de Educadores Populares Libélulas de Matanzas.
Nosotros todavía tenemos muchos sueños por hacer realidad, queremos que en un futuro muy cercano “Los Cometas” se convierta en líder de la práctica del deporte popular en la comunidad de Playa, pretendemos, además, ampliar el número y la calidad de los eventos con presencia de jugadores de otros municipios y provincias vecinas, anhelamos sumar a más féminas al béisbol y motivar a las madres a ejercitarse, pero estamos felices con lo alcanzado hasta hoy.
Aunque el proyecto beisbolero no persigue como fin principal la formación de deportistas sino más bien la educación de seres humanos, por el pasaron jugadores en activo de la talla de Andrys Pérez, miembro de la selección nacional, así como también otros que destacan en la Serie Nacional como Moisés Esquerré, Julio César González, Sandy Menocal, Naikel Cruz y Naikys Piedra, entre otros. (Tomado de ACN)