Nada mejor que abrir una botella de vino para pasar un rato entre amigos, tener una cena romántica con tu pareja, celebrar alguna fecha señalada o algún logro, olvidar las penas o, simplemente, relajarse después de un largo día de trabajo. Como dijo el escritor italiano Dante Alighieri: “El vino siembra alegría en los corazones”.
Eso bien lo saben Alianne Madrigal Gómez y Christian Bertiz Alfonso, unidos no solo por ese sentimiento de la vida llamado amor, sino también por su fascinación enófila. Juntos crearon Bodegas Bertigal, un emprendimiento dedicado a la producción y comercialización de esta bebida, que ha sido testigo de los momentos más asombrosos de muchas épocas de la humanidad.
Christian, quien produce los vinos, relata cómo aquello que empezó, en parte, por entretenimiento, creció para convertirse hoy en una pequeña empresa. “Bodegas Bertigal nació en medio de la crisis del covid-19, dada la necesidad de generar ingresos fuera del sector estatal, pues este había quedado parcialmente paralizado por la crisis sanitaria y económica que atravesaba el país en esos momentos”.
Vecinos y conocidos del barrio fueron los primeros catadores de la hidromiel y los vinos blancos, tintos y rosados, fabricados por esta pareja. Luego, pasaron a venderle a cafeterías particulares y recibir algunos encargos, como es el caso de Vital Aguatti y el Trébol Rojo.
“Nos decidimos por un negocio amigable con el medio ambiente, para ayudar a reducir la contaminación y garantizar un equilibrio entre el crecimiento económico, el respeto a la naturaleza y el bienestar social. Hemos logrado este propósito con el uso de materiales libres de fertilizantes, la creación de vinos sin conservantes ni colorantes, y el empleo de envases reciclados”, explica, la también CEO (directora ejecutiva) del negocio, Alianne.
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Graduado en elaboración de alimentos, Christian cuenta que su base fundamental en un inicio fue el azúcar, pero, dada la escasez de dicho producto, se vieron obligados a buscar otras alternativas: la miel de abeja. “Este sustituto hasta la fecha nos ha dado excelentes resultados. Utilizamos también frutas, flores, raíces, en dependencia de la temporada, y vamos rotando las variedades. Jengibre, hibisco, flor de jamaica, mangle rojo, tamarindo, maracuyá, jambolan, ciruela, cereza, café, entre otros”.
De la unión de los apellidos de sus fundadores Bertiz y Madrigal surgió el nombre de este negocio, a cuyos productos puede el cliente acceder por las redes sociales o en las Ferias de Emprendimientos Sostenibles (FES), debido a que no cuentan con un espacio físico para su comercialización.
Bodegas Bertigal está insertado en la muestra Universos, el gran viaje, del artista visual Adrián Gómez Sancho, cuyas obras pertenecen al CD Universos, del reconocido trovador Tony Ávila. “La posibilidad de que nuestro vino se confeccionara y dedicara a este proyecto ha sido una experiencia gratificante. La oportunidad brindada por el Consejo Provincial de las Artes Visuales, además de la aprobación por un equipo especializado en imagen y calidad de todo el proyecto Universos, bajo el sello discográfico Bis Music, es sin duda un escalón más hacia la excelencia de nuestro producto”, comenta Alianne emocionada.
Su productor Bertiz Alfonso explica cómo esta pequeña empresa, al igual que muchos otros hoy en día, aboga por el reciclaje y la sostenibilidad. “Fuimos invitados a participar en la primera FES en Matanzas, la cual tuvo lugar en la Oficina del Conservador de la Ciudad. Allí nos enriquecimos con conocimientos gracias a las conferencias impartidas por los especialistas invitados, y la participación y colaboración con otros creadores”.
La también microbióloga Madrigal Gómez valora las FES como una oportunidad para que los emprendimientos jóvenes se den a conocer y se relacionen con aquellos de más experiencia. “Entre todos los emprendedores me han ayudado a mejorar mi dominio de redes sociales para dar a conocer el negocio”.
Crecimiento es, a opinión de sus fundadores, la palabra que define a Bodegas Bertigal. Mejorar la calidad y presencia de su producto en el mercado sin perder su esencia y naturalidad y cuidando el medio ambiente resulta el objetivo fundamental de este, como se hace llamar, emprendimiento verde.