“Viajar es útil. Ejercita la imaginación. Todo lo demás es desilusión y fatiga. Nuestro viaje es eternamente imaginario. Ahí reside su fuerza. Va de la vida a la muerte. Personas, animales, ciudades, cosas, todo es inventado. Es una novela, nada más que una historia ficticia”.
Viaje al fin de la vida, Louis-Ferdinand Céline
Este fotorreportaje expone algunos rostros de ancianos que visitan la Casa de Abuelos Antonio Dicirt, ubicada en el municipio Matanzas. Ellos experimentan a diario el temor de que un aumento en la cuota mensual que pagan para poder asistir a dicha casa acabe con la compañía y el buen trato del que solo pueden disfrutar allí, puesto que cobran chequeras que no exceden los 2000 CUP. Muchos viven solos, tienen a sus hijos en otros países o no ven a sus hermanos desde hace muchos años.
(Por: Lien Villavicencio Cabrera, estudiante de Periodismo)
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