A varios kilómetros de La Lanza, especialistas ambientales, representantes institucionales y un grupo de niñas y niños de la escuela primaria Abelardo Rodríguez, del alejado asentamiento protagonizaron una jornada educativa dedicada a la protección del manatí antillano, especie en peligro de extinción y símbolo de los ecosistemas costeros cubanos.

El encuentro, que forma parte de las actividades a realizar en el marco del Programa de Educación Ambiental que implementa la Empresa para la Conservación de la Ciénaga de Zapata en estrecha alianza con el PDL Libre Imagen Arte y Conservación tuvo como propósito sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia ecológica del manatí, promover su protección a través de actividades educativas, artísticas y comunitarias.

Susana Guevara Barrero y Lázaro Ramón Sosa Morel, coordinadores de la agenda y titulares del mencionado Proyecto de Desarrollo Local señalaron la relevancia de involucrar a los pobladores en la defensa de esta especie amenazada. El objetivo del encuentro consistió en fortalecer el vínculo entre los especialistas, expertos y la comunidad, donde sumaron a los niños y pescadores locales en la protección del manatí.

Los asistentes dialogaron y participaron en el proceso de confección y montaje de la cartelería diseñada para sensibilizar a las personas con acceso a esta área protegida respecto a la velocidad de desplazamiento de las embarcaciones. Por otra parte, realizaron ejercicios sobre buenas prácticas pesqueras.
Con el entusiasmo que caracteriza a los infantes se sumaron a las actividades creativas que promovieron el respeto por la naturaleza y la importancia de cada acción humana en la conservación de la biodiversidad.

La coordinadora de la Alianza del Gran Caribe para el Manatí, Anmari Álvarez Alemán, dialogó con los infantes sobre el papel de este mamífero en el equilibrio marino y su vulnerabilidad frente a la acción del hombre.
“Proteger al manatí significa cuidar el mar, los manglares y toda la vida que depende de ellos. Su conservación es también la nuestra”, afirmó Álvarez Alemán.
Por su parte, Eduardo Díaz Luis, titular del PDL San Agustín, resaltó el compromiso del proyecto con el cuidado ambiental y la educación de las comunidades locales. “El manatí está en peligro de extinción y necesita de todos. Su protección no es solo un deber ecológico, sino también un acto de responsabilidad social”, enfatizó.

Entre los participantes sobresalió Félix Raúl Figueroa Morales, naturalista, fotógrafo de vida silvestre y guardaparques de la Empresa para la Conservación de la Ciénaga de Zapata (EcoCienzap), quien compartió su experiencia en la pesca “fly” o de captura y suelta, una práctica sostenible que respeta la vida marina.
Figueroa explicó a los pequeños que existen áreas protegidas donde mantienen estrictos controles para preservar los ecosistemas acuáticos y erradicar el furtivismo. “Llegar a San Agustín y ver el trabajo de esta comunidad me impactó. Aquí hay compromiso, conciencia y pasión. Lo que casi pocos conocían hoy renace con fuerza. Me siento parte del grupo y aportaré desde mi labor de guardaparques a la protección de nuestra fauna silvestre”, aseguró.

Entre risas y aprendizajes, niñas, niños y adultos reafirmaron su compromiso con la defensa del entorno natural. Más que una actividad ambiental, el encuentro en San Agustín demostró que la conservación del manatí —y de toda la riqueza biológica de la Ciénaga de Zapata— depende de la alianza entre el conocimiento científico y el amor por la tierra. (Por Roxana Valdés Isasi)
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