Este jueves regresó al Patio Colonial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) matancera la peña El Otro Café, dedicada en esta ocasión al narrador yumurino Raúl Piad Ríos.
El autor de «La Marca de Kahim», «Lo mejor es soñar» y «Embajador sin retorno» conversó con la también escritora y periodista Náthaly Hernández Chávez sobre sus inicios en la escritura, los numerosos premios obtenidos y el desafío constante de la ciencia ficción: ser considerada un mero subgénero de la narrativa.
«La realidad me aburre», aseguró el recientemente ganador del Concurso Celestino de Cuento, uno de los premios más relevantes de la narrativa cubana, quien encuentra en el mundo de las space operas, el cyberpunk y las ucronías una escapatoria donde vuelca lo mejor de su creatividad.
Sin embargo, ganar el certamen antes mencionado fue para Piad como descorrer un velo: «soy escritor», se dijo a sí mismo, pues el cuaderno que le regaló la victoria no pertenece a la ciencia ficción o la fantasía, sino al horror psicológico, prueba de una versatilidad en la que no creía hasta ahora.
El encuentro, amenizado musicalmente por la voz de Olga Margarita Muñoz y los acordes de Mario Guerrero, contó además con las palabras de Alfredo Zaldívar Muñoa y Daniel Cruz Bermúdez, quienes se refirieron al origen de la AHS en Matanzas y la colección de ciencia ficción de su editorial, respectivamente.
El Otro Café se erige como un espacio habitual de promoción de jóvenes escritores que, como Piad, aún creen en la literatura y no se dejan vencer por la crisis moral, la banalización de la sociedad o la escasez de papel; en búsqueda, no de reconocimiento o trascendencia, sino de, simplemente, compartir sus mundos interiores.
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