
Impresiona saber a cuántos ascienden los niños que durante más de 40 años preparó corporal y mentalmente, e inclinó por la senda de las diversas manifestaciones del deporte, el profesor Evangelio Víctor Molina Alemán, todo un catedrático por conocimiento y experiencia.
El amor y apego a esa hermosa y útil profesión que es el magisterio, que va más allá de la enseñanza pedagógica, lo condujeron a desempeñarse en sus inicios como técnico medio como profesor. Luego, al costo de grandes sacrificios, al laborar y estudiar de forma paralela, obtuvo el título de licenciado en la década de los 80 del pasado siglo, en el entonces Instituto Superior Pedagógico Juan Marinello (ISPJM).
Es habitual escribir sobre figuras cumbres que, por sus hazañas deportivas, trascendieron en el tiempo, e incluso recordar a los entrenadores en los equipos Cuba en eventos del área, panamericanos, mundiales, olímpicos o de otras reconocidas categorías, pero es resulta raro escuchar acerca de quienes constituyen parte de la génesis de tales atletas.
Evangelio merece esa oportunidad, pues a su vida como formador de numerosas generaciones de jóvenes dedicados al béisbol, boxeo, atletismo, ciclismo, voleibol, baloncesto, natación, lucha, se suman otras entregas sociales de consideración.
“De humildad no hablaré, porque era una constante en las familias cubanas en 1949, año en que nací en medio de una prole de hermanos en esta ciudad yumurina, por lo que vi y experimenté en el triunfo de la Revolución; ya mayor de edad, asumí cuantas labores fueran necesarias, además de estudiar”.
Desde el ISPJM, devenido profesor de Educación Física, apreció cuán útil resultó el camino escogido. “Observar el entusiasmo de los jóvenes por los ejercicios, por conocer y practicar las distintas disciplinas deportivas con miras puesta en los Juegos Interfacultades, y luego nacionales entre centros similares, me motivaron a superarme para obtener mayor nivel profesional.
“Un día me pregunté por qué no empezar por la base, con los más pequeños, en la Enseñanza Primaria. De pronto, me vi rodeado por ellos en las escuelas Francisco Vega Alemán, José Luis Dubrocq y 26 de Julio, entre otras, con su incontenible superactividad, alegría, sonrisas y esas ansias de querer aprender, ser grandes y fuertes. Para cualquier profesor esto es un rompecabezas, pues dominar esa fuerza no es nada fácil; pero me adapté. Aprendí de ellos.
“Profesor, ¿cuándo vamos a jugar baloncesto? Maestro, hoy nos toca voleibol”, así transcurrían los días y los años con ellos. Deseaban ser futbolistas, conocer del béisbol, atletismo, lucha, judo, boxeo.

“Los hay que se inclinan por seguir los pasos del pentacampeón olímpico Mijaín López, incluidas niñas; y otros que se consideran seguidores del más universal de los deportes y pretenden ser como Leo Messi, u otros estelares en boga. Lo más bello es verlos ilusionados, que piensen en la posibilidad de ser buenos atletas, sin que abandonen la idea de que mañana puedan dedicarse también a la arquitectura, ingeniería, medicina, u otros oficios útiles a la sociedad.
Con más de 75 años —nació el 18 de octubre de 1949—, considera que pronto llegará la jubilación, pero que le quedan algunos niños a los cuales enseñar el alto valor de la educación física y el deporte para la salud y la mente”.
La vida de Evangelio no se detuvo solo en apreciar cuando crece el hombre mediante el estudio y práctica de lo aprendido, llegó más allá. Cuando fue necesario, formó parte de las microbrigadas de cascos blancos en la construcción de viviendas y edificios, como en el que ahora reside, de 14 plantas, frente a la playa La Caridad. Su consagración lo condujo a obtener la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte en 14 ocasiones, a lo que se suma la conquista de la Orden Lázaro Peña González de Tercer Grado. “Ese ha sido mi mayor orgullo, luego de mis cuatro hijos, Marislly, Evangelio, Maykel y Reyna, además de mi esposa y mi familia”.
Su pasión por la enseñanza lo condujo a cruzar los mares y a esparcir su sapiencia en otras tierras hermanas, donde cumplió misión internacionalista, como Etiopía y la República Bolivariana de Venezuela. En esta última, formó parte de la misión Barrio Adentro, dejando profundas huellas de su amor por la educación física y el deporte. Su entrega en la tierra de Bolívar le valió reconocimientos de las autoridades de ese país.
Su devoción por la actividad deportiva lo convirtió, además, en un ferviente amante de la promoción de innumerables eventos relacionados con la cultura física y la recreación. Gracias a su labor de divulgación, Girón y la Emisora Provincial Radio 26 se convirtieron por más de 40 años en multiplicadores de tales acontecimientos en los diferentes niveles competitivos, incluidos internacionales celebrados en Matanzas.
“Cuando se siente amor por lo que se hace, no hay muro que detenga esa acción. Debido a esto, no he escatimado energía para realizarla, sin importar la edad ni la voluntariedad y deseos de lograr tales empeños. Como corresponsal deportivo desde hace más de cuatro décadas, le encuentro una razón muy especial a informar a todos los lectores y radioyentes sobre cuanto acontece en nuestro campo de acción, con inmediatez.
Aunque es importante, el dinero no lo es todo. Ese amor no tiene precio, se lleva en el alma, en el corazón, en el deseo de ser útil, de servir a mi pueblo, alos seguidores del deporte. Así será por siempre, con orgullo, sencillo, humilde, digno.
“Mi mayor satisfacción es ser reconocido por alumnos que a su paso me expresan: ‘Se acuerda de mí, usted fue mi profesor de Educación Física en la primaria’, o ‘Por usted fui futbolista, pelotero, jugador de voleibol o de baloncesto’. Muchos en la actualidad son mecánicos, ingenieros, médicos, enfermeros, albañiles, dependientes. Es una carga emotiva profunda que compensa estos años de consagración”.
Lea también

Palabras con Sentido: Jesús Agustín Estrada Rolo
Ana Cristina Rodríguez Pérez – Jesús Agustín Estrada Rolo no se imaginó nunca tan involucrado al mundo de las artes marciales, al menos no antes de enfermar seriamente y sentir que su vida y… Leer más »