En la mañana del martes 16 de septiembre de 2008, infinidad de asombrados pobladores avistaron un visitante inusual en la comunidad de Guasasa, en Ciénaga de Zapata. La extraña criatura marina daba vueltas por la playa. Se trataba de la loba marina Serena, evadida del acuario de Cienfuegos al paso del huracán Ike.
“Medía más de dos metros, era de color negro y tenía bigotes”, narra Aurelio Puig. La foca permaneció por espacio de media hora en al agua, hasta que salió a tierra y un hombre llamado Miguelón le ofreció una suculenta merienda de sardinas. Luego, se marchó en dirección a Playa Girón.
Lo cierto es que los pobladores de Guasasa nunca olvidarán tan asombroso visitante, y que este hecho quedará en los anales de la historia local como la primera visita de una loba marina —familia de las focas—, al mayor humedal del Caribe insular.
(En coautoría con Norge Céspedes)