Quizá muchos recuerden o fueron partícipes de una broma usual entre los adolescentes en la escuela al campo durante la década de 1980. Armados con palos, en la noche, ellos golpeaban una lata y gritaban: “Un, dos, tres, cuatro, gamusino al saco”; soñando con atrapar un ejemplar.
Los autores del Catauro de seres míticos y legendarios en Cuba plantean que la leyenda del enigmático mamífero nocturno nació a finales de la década de 1950, entre los exploradores de la más occidental provincia cubana.
Sin embargo, el viernes 14 de junio de 1889, el diario matancero Aurora del Yumurí publicó una carta firmada por varios pobladores de Limonar. Allí contaban que noches atrás habían invitado a un vecino, dueño de un establecimiento, a pescar gamusinos en una laguna; y que ya en el sitio había sido tal el ruido provocado por el convidado, que apareció el dueño de la finca. Este último, enterado de la broma, se “destornilló” de risa. Al día siguiente, el establecimiento del “pescador” estaba bien concurrido. El público, como para continuar el juego, acudía a conocer el precio de la libra de gamusino.
Definido por la Real Academia de la Lengua Española como “animal imaginario para bromear a los cazadores novatos”; su supuesta existencia, con broma incluida, también se reporta en España y Portugal. El sitio portaldemisterios.com publicó: “Gamusinos. Mitología en Castilla”, donde se le identifica como mamífero o anfibio.
Lo cierto es que desde el ya lejano siglo XIX se hablaba en Matanzas del legendario e inexistente animal.
(Adrián Álvarez Chávez y Eduardo Daniel González)