Nereida Hernández ve el tiempo pasar desde un sillón, en la Casa de Abuelos Antonio Dicirt, ubicada en la calle de Río, de la Ciudad de Matanzas. En su cuerpo se aprecian las huellas que el paso de los años deja mientras se balancea compasadamente como contando los minutos.
Junto a ella, cada mañana acuden una veintena de ancianos a la institución para recibir los diferentes servicios que brindan a personas de la tercera edad.
Los días a veces se muestran apacibles, sosegados, como el ritmo lento que asumen las personas que arriban a la vejez.
Pero en ocasiones en la Casa de Abuelos se disfruta también de una vitalidad y algarabía como si de una fiesta de adolescentes se tratara.
Y es que los ancianos no han perdido la capacidad de reír, jaranear y disfrutar, cuando son objetos de tanto cariño y atención.
Wilda Almagro difícilmente olvide la mañana en que las muchachas del grupo de Manicuristas Matanceras se llegaron hasta el recinto para embellecer la jornada, demostrando una vez más que la vejez solo representa un ciclo de la vida que tan bien puede ser radiante.
Gracias a una iniciativa de la Federación de Mujeres Cubanas y el proyecto que lidera la máster educadora Yisel Peña, la sala principal de la Casa de Abuelos se transformó en un salón de belleza con el objetivo de dignificar a las personas que allí asisten, con un trato ameno y cariñoso.
Las abuelas recibieron un servicio especializado de manicura y maquillaje de manera gratuita, hermoso gesto que agradeció Yamira Cabrera, responsable de la institución, quien reconoce que actividades de este tipo contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ancianos.
Ante la esmerada atención seguramente nadie pensó en los achaques propios de la edad, y se sintieron coquetas, y alguna hasta seguramente rememoró sus años de juventud, como Wilda, que ante la belleza de su rostro decidió colocar una nueva foto en su perfil de Facebook.
Pero más que el maquillaje en el rostro o las uñas recién pintadas, los allí presentes reconocieron que lo más importante reside en el gesto hermoso de regalarles un momento de felicidad y compañía.
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Da gusto saber que aún queda humanidad. Muchos éxitos para ellas y todos los involucrados. Gracias. ☺️