Dedicarle un toque de violín a la Caridad del Cobrese ha establecido como una práctica habitual para las celebraciones de los fieles de la religión yoruba, aunque se trata de un instrumento que muchos no asociarían con los rituales sincréticos afrocubanos.
Tras la mística especial de este toque se encuentra una historia que surgió en el corazón de Pueblo Nuevo, en Matanzas, y la promesa de una mujer, Aurelia Crespo.
Conozca esta historia hoy en Matanzas Incógnita.