Escrita para la Revue de París en 1834 por el francés Honoré de Balzac y publicada en 1835, Papá Goriot es una novela en la que se analiza la naturaleza de la familia, el matrimonio, la estratificación y la corrupción en la sociedad parisina durante la Restauración francesa.
La obra aborda varios temas interrelacionados como lo miserable del ser humano y sus motivaciones, la pobreza moral (y real) que se esconde bajo las apariencias, la voluntad corrompida por el dinero y el egoísmo. Honoré de Balzac dibuja con ironía unos personajes complejos y muy humanos que se desarrollan en 1819, en la pensión Vauquer.
Entre los huéspedes más destacados de esta se encuentran Papá Goriot, el protagonista, personaje que vive en la pensión, pues ya no tiene dinero para hacerlo por su cuenta. Por otra parte, está Eugenio Rastignac, estudiante de Derecho, quien quiere pertenecer a la alta sociedad de París, ejemplificando que solo hay que estar en el lugar adecuado en el momento adecuado y tener voluntad, una personificación del arribista social del siglo XIX. Balzac utiliza este personaje como contrapunto de Goriot y se sirve de su mirada de espectador del teatro de la sociedad parisina, conduciendo al lector desde las capas sociales menos favorecidas de París hasta los salones de la más alta aristocracia.
La historia comienza con ciertas dificultades, es detenida, y el autor aprovecha para pincelarnos el núcleo de su narración con un retrato estático, carente de acción, en el cual nos representa los puntos imprescindibles sobre los que gira todo. Es posible que esta acumulación de descripciones inicial asuste al lector, sobre todo si este no está familiarizado con el estilo de otros clásicos de la época, pero en cuestión de pocas páginas lo va envolviendo sin saber cómo ni cuándo.
Es un lúcido y pesimista retrato del materialismo e individualismo más feroz, de la miseria de las clases emergentes y de los vicios y debilidades de la aristocracia. Presenta una sociedad que a toda costa intenta adaptarse a la abundancia de cambios políticos, sociales y económicos. A partir de la vida en una pensión de París, el autor expone una especie de sociedad miniatura.
Los personajes de la novela constituyen su mayor riqueza, puesto que cada uno de ellos representa uno de los múltiples problemas que atormentan a la sociedad. Es la obra un reflejo de quien la escribe y de su contexto particular, narrado desde la distancia prudencial que otorga el ojo crítico. Al concluir la lectura, se comprueba con horror que en realidad nada ha cambiado en más de cien años: el dinero sigue siendo el principal motor y corruptor del mundo, en el que la frivolidad prima sobre los sentimientos humanos y la apariencia sobre los valores.
Por desgracia, sigue siendo aplicable a los tiempos que corren. Esta obra surge de la necesidad de enseñar al lector que, como ser humano, la historia de su presente y muy probablemente la de su futuro ya ha sido descrita, vivida y fallada en incontables ocasiones. Papá Goriot es, en fin, un estudio profundo del carácter humano.
FRASES DE LA OBRA
“Las almas generosas no pueden estar en este mundo”.
“La corrupción es el arma de la mediocridad”.
“El fracaso nos muestra siempre la fuerza de nuestras pretensiones”.
“Has debido sufrir mucho al escribirme, puesto que yo he sufrido mucho al leerte”.
“De cada diez noches que los jóvenes prometen dedicarse al trabajo, se duermen siete”.
“Es propio de las mujeres probar lo imposible por lo posible y destruir los hechos por los pensamientos”.
“Las mujeres son siempre verdaderas, hasta en medio de las mayores falsedades, porque obedecen a algún sentimiento natural”.
“No acuso a los ricos en contra de los pobres. El hombre es el mismo arriba, abajo y en medio”.
“Pero París es un verdadero océano. Arrojad en él la sonda, que nunca llegaréis al fondo. ¿Recorrerlo? ¿Describirlo? Por mucho cuidado que ponga usted al recorrerlo y al describirlo, por muchos y afanosos que sean los exploradores de este mar, siempre quedará en él un lugar virgen, un antro desconocido, flores, perlas, monstruos, algo inaudito, olvidado por los buceadores literarios”.
SOBRE EL AUTOR
Honoré de Balzac fue uno de los precursores del realismo francés. Estaba convencido de que su labor de novelista era comparable con la de un historiador. Consideraba que a través de la observación minuciosa de la sociedad, la literatura podía presentar una pintura incluso más real y verosímil que la historia o la crónica.
Justamente, en la comedia humana, esta obra monumental compuesta por ensayos, cuentos y relatos que combinan el realismo con el romanticismo e incluso la fantasía y la filosofía, el autor presentó, entre 1829 y 1850, una especie de historia natural de la sociedad.Balzac nació en Tours, Francia, el 20 de mayo de 1799.
Estudió leyes y trabajó algún tiempo como abogado en París. Sin embargo, era tal su pasión por la literatura, que pronto abandonó el Derecho y se dedicó de lleno a las letras. No tuvo éxito; en cambio, cosechó varios fracasos no solo en el ámbito literario sino también en los negocios.
Finalmente, con la publicación de El último chuan (1829) logró cierto reconocimiento y desde ese momento empezó a dejar huella con sus obras posteriores. Su fama dentro de los círculos intelectuales se fue incrementando cada vez más. Murió en 1850.
(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)