Concurso de interpretación Cangrejito soñador. Fotos: Tomadas del perfil Casa de Cultura Gonzalo Roig
“El despertar con su algarabía enciende siempre la luz del día. Es un ladrón que se disfraza con rayos de sol”.
Con pasitos pequeños pero confiados, pisó el escenario. Se acomodó los vuelos de su bata y esperó como toda una profesional por sentir el background para, en el momento exacto, comenzar su interpretación. Era su primera vez en competencia y nada la hacía más feliz que enamorar a todos con El despertar.
Dicen que fue su papá quien notó sus aptitudes para la música cuando, con apenas tres años, comenzó a tararear con facilidad, soltura y ritmo aquellas letras con contenido para adultos. Por eso, a la primera oportunidad se acercaron a la Casa de Cultura en busca de algún espacio donde la infante pudiera desarrollar su vocación. Y allí está ahora, adueñándose del escenario como toda una estrella, aunque no reguetoneando.
Desarrollar y descubrir talentos e incentivar en los niños la atracción por la música infantil está entre los objetivos del concurso de interpretación Cangrejito soñador, al que cada año convoca la Casa de Cultura Gonzalo Roig, de Cárdenas, como parte de las actividades programadas dentro de la Semana de la Cultura local.
Aunque parezca que solo se trata de demostrar aptitudes y asumir actitudes frente a micrófonos, el desarrollo de eventos de este tipo, que inculquen en los niños el consumo y aprendizaje de música infantil, tiene múltiples beneficios sobre ellos, que abarcan desde fomentar la creatividad y el lenguaje, potenciar la memoria, hasta estimular expresiones corporales que mucho ayudan en edades tempranas.
Más de 30 infantes cardenenses participaron en la versión 2024 del certamen, frutos de la preparación de cinco instructores de música del municipio: unos asociados a escuelas del territorio y otros a la institución cultural, donde se imparten talleres de esta y otras manifestaciones del arte.
Siete premios y tres menciones se entregaron en la última edición del evento que cumple sus propósitos de salvaguardar la música infantil del olvido y aumentar en los niños la motivación por interpretar canciones más acordes a su edad.