―La gente de por aquí… es como si ni siquiera supieran que existe un mundo ahí fuera. Bien pudieran estar viviendo en la maldita Luna.
―Existe toda clase de guetos en el mundo.
―Todo es un único gueto.
Cientos de millas de terrenos baldíos. Un cadáver. Dos policías. Así comienza True Detective, serie de televisión estadounidense estrenada en el año 2014 que cuenta ya con tres temporadas. Cada bloque de capítulos sigue los pasos de una dupla de detectives que investigan un caso de asesinato, mientras exploran temas más profundos como la moralidad, la religión y la naturaleza humana. La serie ha sido aclamada por la crítica y recibió numerosos premios, pero ¿realmente cumple con las expectativas?
Dentro de la amplia producción televisiva de las últimas décadas, True Detective es una serie que definitivamente vale la pena ver. La primera temporada en particular es excepcional, con una trama compleja y personajes fascinantes interpretados por actores de primera línea como Matthew McConaughey y Woody Harrelson.
La atmósfera sombría y misteriosa de Louisiana también es un factor destacado, capaz de generar un clima de tensión e inquietud en cada episodio. Esta relación entorno-personajes viene acompañada de diálogos memorables, capaces de retratar la psicología de sus protagonistas, como cuando Rust Cohle, magníficamente interpretado por McConaughey, asegura que tal parecía que aquella ciudad no era más que “la imagen borrosa de alguien que no es capaz de recordar su pueblo”.
―¿Dormiste algo anoche?
―Yo no duermo. Solo sueño.
Sin embargo, la calidad de la serie disminuye en las temporadas posteriores. La segunda, en particular, fue criticada por su trama confusa y personajes superficiales, que poco pudieron hacer para llenar el vacío dejado por los protagonistas de la primera entrega. Aunque posee algunos momentos destacados, como es el caso de la actuación de Rachel McAdams, en general no logra llamar la atención de aquellos que quedaron deslumbrados por las peripecias de Rust y Martin.
La tercera temporada, por otro lado, es más bien un intento de volver a las raíces de la serie, con una historia sencilla y personajes en cierta medida interesantes. Mahershala Ali ofrece una actuación bien lograda como el detective Wayne Hays, y la exploración de temas como la memoria y la verdad resulta atrayente. No obstante, a pesar de sus méritos, la tercera temporada no logra igualar la intensidad y la complejidad de la primera, aunque supera a la segunda.
―La vida solo alcanza para ser bueno en una cosa.
―Y ni eso.
―Exacto. Así que ten cuidado con en qué escoges ser bueno.
En general, True Detective es una serie que tiene altibajos. La primera temporada es una obra maestra, mientras que todo lo que vino después fue un pobre intento de imitar los códigos y estructuras de la misma. Aun así, la serie es un ejemplo de cómo los dramas policiales pueden ser más que una simple historia de detectives y criminales.
Conclusión: si estás buscando una serie de televisión intrigante y llena de emociones fuertes, True Detective es sin lugar a dudas una de las mejores opciones. Su impacto en las audiencias constituye un ejemplo de cómo la pantalla chica puede ser un medio para contar historias profundas e interesantes, como la de dos policías que resuelven no solo un crimen, sino también el misterio de soñar despiertos. (Por: Humberto Fuentes)
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