Por primera vez en el estadio Latinoamericano, de la capital del país, se dieron cita el pasado 11 de septiembre un grupo de observadores y miembros de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (scouts), provenientes de las distintas ligas profesionales de Japón, Corea del Sur, Ecuador y República Dominicana, con el fin de chequear el trabajo que se está realizando sobre los peloteros cubanos.
Durante su estancia, los visitantes se interesaron más por las categorías de 18 a 23 años de edad, donde expresaron que hay una magnífica cantera de peloteros con grandes talentos para el futuro.
En el último día de permanencia, presenciaron un encuentro entre la selección cubana que sirvió como preparación ante importantes eventos internacionales contra una selección del Sub-23.
Los observadores quedaron más que sorprendidos debido al nivel de pitcheo que posee esa categoría, de la cual se podría optar por algunos muchachos para luego insertarlos en alguna liga profesional.
Pero entre el grupo en el que mostraron mayor interés se destaca el matancero Naikys Piedra, un lanzador que apenas rebasa los 22 años de edad, corpulento y de apropiada estatura, como si correspondiera a lo que buscaban.
Con motivo del encuentro, Naikys expresó: “Cuando me llegó el turno para lanzar, al principio estaba un poco nervioso, sabía que me estaban chequeando desde las gradas los scouts, y entonces pensé que esa era mi oportunidad y no podía perderla.
“Lancé varias curvas a los bateadores, y el lanzamiento no me caía donde quería. En ocasiones se me quedaba muy alto, y otras muy afuera, o bajo, y llegó el momento en que me decidí a usar mi arma principal: la recta”.
Todo parece indicar que el remedio fue efectivo para Naikys, pues su recta alcanzaba las 93 y 94 millas sostenidas, y dijo que posiblemente había tenido envíos superiores.
“Creo que lo hice bien”, sostuvo. “Ahora espero estar incluido entre los seleccionados. Esa sería una de las mayores satisfacciones de mi carrera hasta ahora”. (Por Reynol Yll Lavín, colaborador)