Términos y Condiciones de Uso, más conocido como el conjunto de párrafos súper largos que les damos scroll y aceptar cuando instalamos una aplicación en el móvil o programa en la computadora. Conocemos que es importante leerlos, pero aun así no lo hacemos, al final estamos en Cuba y en Cuba no pasan esas cosas de las series, ¿no?
Alerta de spoiler: Black Mirror abrió su sexta temporada con un capítulo simple, sobre los Términos y Condiciones de Uso, pero, como suelen hacer, de una forma donde la tecnología y la tan vilipendiada inteligencia artificial toman protagonismo. Ya no se trata de si pueden robar tus datos personales, cuentas de banco, contraseñas; esa parte de la inseguridad informática la “conocemos” y resulta poco atractivo hacer un programa sobre lo mismo.
¿Qué pasaría si un día enciendes el televisor y te encuentras con una serie sobre tu vida? Una serie que no tarda más de pocas horas en sacar nuevo capítulo, porque está al tanto de cada decisión que tomas, lo que conversas, lo que ves.
Al principio podrá parecer entretenido, porque lograrás conectar con ese personaje –que no eres tú en imagen, pero similar– y entender situaciones y procesos de tu vida; estarías reviviendo tu día. Pero luego recibes mensajes de conocidos y desconocidos queriendo opinar sobre tu vida.
Un día eres una trabajadora o trabajador promedio y al otro te expulsan del centro laboral porque al jefe le disgustó una conversación que tuviste en la intimidad pero que queda en evidencia en la serie; tu pareja te deja porque de repente la sesión privada con la psicóloga se volvió pública; tu ex pareja te rechaza porque ya eres una figura pública y él no quiere convertirse en una. Todo por aceptar los Términos y Condiciones de Uso de una aplicación.
Resulta que no solo pueden copiar tu vida, sino también realizarle ligeros cambios a la trama, porque igual necesita generar ventas. Así que se convierte en tu existencia, pero manejada a su antojo, y no resulta difamación porque lo aceptaste en una cláusula.
Tu vida ahora está en una plataforma de streaming, con actores y escenas generadas por inteligencia artificial y algún tipo de tecnología cuántica, y cada cosa que hagas, incluso si vas al baño, estará ahí. No tienes escapatoria. Entras en un bucle donde no vives por ti, pasas el 100% del tiempo observada y no tienes privacidad.
En Streamberry todos pueden ver tu serie. Streamberry es una corporación dedicada al entretenimiento que ofrece servicios de streaming de series, documentales, películas… Una referencia a Netflix, mismos colores, tipografía y diseño. Una de las líderes del entretenimiento online utiliza su empresa para que te replantees aquel momento donde decidiste aceptar sus términos y condiciones, de una manera autocrítica.
La directora del episodio, Ally Pankiw, y su equipo, en la parte esperanzadora del capítulo muestran cómo todas esas decisiones se pueden deshacer. ¿Qué tan importante es ese programa que acabas de instalar? ¿Es imprescindible para tu vida? ¿Arriesgarías toda tu privacidad por utilizarlo?
El episodio brinda una realidad dentro de la ficción: incluso aunque tengas una vida “normal” tu información importa, ya sea para crear estrategias de marketing, para investigar comportamientos frecuentes, para potenciar campañas políticas. Tus datos, seas del país que seas, aunque Cuba te parezca aislada, cuentan.
(Por: Arleen Dianet Matamoros Morales, Estudiante de Periodismo)