Orgullo y Prejuicio es una novela que destaca por la sátira a la sociedad británica del siglo XIX y el romance pausado y atemporal, aún considerado como uno de los mejores ejemplos de tensión sexual no resuelta en la literatura, que se ve obstaculizado por los estereotipos sociales de la época: la influencia de la familia en las relaciones matrimoniales, la importancia de la buena educación para ser bien vistos y las limitaciones de las mujeres en todo ámbito.
La trama se ubica en una Inglaterra de grandes castillos, largas historias familiares, bailes y todo tipo de relaciones sociales, narrada a través de las cinco hermanas Bennet. Kitty y Lydia, las menores, siempre preocupadas por conseguir marido, incitadas por su madre a raíz de la preocupación de no tener un hijo varón que heredara el legado familiar.
Mary, la mediana, es un personaje que se mantiene en la sombra, pues la mayor parte del tiempo está ocupada en sus libros. Jane, la mayor, hermosa e inocente; y Elizabeth, el personaje principal, una ingeniosa joven a la cual inquietaban las convicciones sociales de su tiempo.
La autora, al querer reflejar la importancia del matrimonio como una forma de adquirir riqueza y posición social, desarrolla la historia a partir de la llegada de dos ricos caballeros al humilde pueblo: el Sr. Bingley, un hombre distinguido de buenas maneras, y su compañero Mr. Darcy, joven apuesto de la alta esfera londinense, orgulloso y lleno de prejuicios, con un carácter antipático y una forma de expresarse que dejaba mucho que desear.
La época de la Regencia en Inglaterra fue un período británico que abarcó desde 1811 hasta 1820, en el que el príncipe de Gales, mejor conocido como el rey Jorge IV, asumió como regente debido a la enfermedad mental de su padre.
La sociedad inglesa experimentó muchos cambios culturales, políticos y económicos. Un término popular en ese momento era la expresión francesa “le bon ton”, que puede traducirse en contexto como “buen gusto”. Vestirse bien, tener buenos modales, leer buenos libros y estar en contacto con el arte fueron herramientas imprescindibles. La clase media emergió como una fuerza relevante en la sociedad.
La posición social y la riqueza adquirieron una postura extremadamente importante, tanto es así que las jóvenes al alcanzar una determinada edad debutaban en bailes para tener mayor posibilidad de salvaguardar su futuro.
En medio de esta etapa, se realza la figura de Jane Austen, novelista británica nacida en 1775, dentro de una numerosa familia de clase media. Desde temprana edad despertó interés por las letras a pesar de no haber recibido una educación formal; pero no fue hasta su adolescencia que se animó a escribir sus primeras novelas: Lady Susan y Elinor y Marianne. A sus 21 años, en 1796, comenzó a escribir Primeras Impresiones, que luego pasaría a llamarse Orgullo y Prejuicio, un clásico icónico del romanticismo, publicado el 28 de enero de 1813.
La novela ha sido adaptada a numerosas películas, series de televisión y obras de teatro. A pesar de haber sido escrita hace más de 200 años, mantiene su trascendencia por la capacidad de la autora para presentar personajes realistas, tanto con virtudes como con defectos, a la par que muestra cómo las expectativas sociales y las propias suposiciones pueden impedir la felicidad y el amor verdadero.
Si estás buscando una lectura entretenida que te haga reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas y la lucha contra los prejuicios, este es un libro que no te decepcionará. Seguirás recordándolo mucho tiempo después de haberlo leído, porque, aunque el tiempo hace mella en todo y aquello que sube debe bajar en algún momento, existen obras que parecen haber escapado a estas leyes de la naturaleza.
FRASES DE LA NOVELA
“La vanidad y el orgullo son cosas muy diferentes, aunque las palabras a menudo se usan indistintamente. Una persona puede ser orgullosa sin ser vanidosa. El orgullo se relaciona más con nuestra opinión de nosotros mismos, la vanidad con lo que quisiéramos que otros pensaran de nosotros”.
“Serán ustedes bendecidas en el hombre que elijan, pero no esperen perfección en él”.
CURIOSIDADES SOBRE LA OBRA
La famosa línea de apertura de la novela: “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita tener una esposa”, ha sido adaptada y parodiada en numerosas ocasiones.
Jane Austen publicó Orgullo y Prejuicio bajo la firma: By a Lady (por una dama); luego de su muerte, su hermano reveló el verdadero nombre de la autora.
Esta sufrió una decepción amorosa por parte del joven Tom Lefroy, debido a que el estatus social de Austen no era suficiente para la familia del chico. Se piensa que en ello inspiró el romance de la novela.
La obra es considerada como la primera comedia romántica y ha sido traducida a 35 idiomas. Un ejemplar de la primera edición se encontró en el 2003 y fue subastado en Londres por cerca de 58 000 euros.
(Por: María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)