Tal vez los cubanos entre las ciencias que más dominen se encuetren las mezclas: el Hola ( y adiós) y La Llave ( para quienes la tienen y quién no). Bien sabe Alfredo Zaldívar jugar con estas alquimias de la cubanidad: el oro de las gargantillas, el plástico de las cucharas de los platicos de cumpleaños, ambos con su valor y su momento.
Este viernes 28 en el espacio mensual que conduce, Café Mezclao, las mezclas, las fusiones y las recombinaciones no faltaron. Más allá del espíritu habitual de la peña, tal vez en esta, estas variaciones, que te ponen de cabeza, y aún así todo conserva el sentido y la dirección, se sintieron más por la todaterrriotalidad de su invitada, María Laura Germán.
Dramaturga, actriz de radio, televisión, del escenario a ti o de todo aparato que el hombre haya inventado para no sentirse solo, para que los otros no se sientan tan solo. Aunque joven o quizás sería mejor decir, que por joven y por tener tanta carrera, que no siempre pega con «tanta carreterra» artística fue justa alabanza.
Además en la tarde se le rindió homenaje a esa mujer hermosa de las letras que cumplió cien años, Fina García Manrruz. También se celebró el «no cumpleaños» por unos días de diferencia de uno de los maestros, reconocida por la misma Laura, y de muchos más el Premio Nacional de Teatro, Rubén Dario Salazar Taquechel.
Diferentes artistas, todos amigos, todos relacionados con Germán, amenizaron el espectáculo, los musicos Carlo Fidel Taboada, Reinaldo Montalvo, Lucelsy Fernández, los actores Iván García y Sarahí de Armas, entre otros.