El M-26-7 en los archivos de Matanzas

Fidel fungió como abogado defensor de Mario Pablo Martínez Arará durante un juicio celebrado en Matanzas. correspondiente a abril de 1953.

Incontables resultan los documentos llegados al Archivo Histórico Provincial de Matanzas. Todo ese material debe estudiarse y dársele orden. No obstante, en dicho proceso aparecen fragmentos de la memoria, curiosidades o hechos interesantes, que componen el legajo y legado del pasado.

Algunos de ellos pueden parecer pequeños ante otros sucesos equivalentes al segundo, en que el viento cambia de dirección y con él las veletas, pero ayudan a comprender un contexto o las luces del hombre.

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Ocurrió así con uno de los últimos descubrimientos de la institución, encontrado mientras analizaba el fondo de audiencias provincial de los siglos XIX y XX. Valga la aclaración: una audiencia en derecho es un procedimiento ante un tribunal que se distingue del juicio, por lo general, por ser más corto y menos formal. 

Según Carlos Torrent Molina, director del Archivo, hallaron una causa contra Mario Pablo Martínez Arará, correspondiente a abril de 1953. Dos meses y unos días después, este moriría en el asalto al cuartel de Bayamo, acción colateral a la toma del Moncada. Su abogado era el mismísimo Fidel Castro Ruz.

“Es muy curioso, porque sabrá uno cuántas cosas tenía Fidel en la cabeza en ese momento, tan cerca del asalto. No obstante, Fidel buscó el tiempo para venir”, comenta Torrent.

A Martínez Arará se le culpaba por robar las gomas de un yip y su audiencia se había fijado para abril 17. No pudo realizarse porque en dicha jornada estaban  programados dos procesos; el primero demora en demasía y deciden posponerlo para mayo. Sin embargo, para esa fecha ni el acusado ni su defensor se presentaron. Faltaba muy poco para las acciones del 26 de julio y ambos debían estar inmiscuidos en los preparativos finales.

Mario Pablo nació en Colón el 17 de agosto de 1924. Formó parte de la Juventud Ortodoxa, movimiento resultante de la labor de Eduardo Chibás y que pretendía luchar contra la corrupción imperante en la Neocolonia y a favor de los derechos democráticos. Ahí conoce a figuras como Fidel y Abel Santamaría y se une a sus planes. Durante el asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes es capturado. Su cadáver apareció poco después, junto a cinco más, en un área próxima a Bayamo. En vida fue gran amigo del médico colombino Mario Muñoz Monroy.

Esta no es la única causa relacionada con las luchas revolucionarias de la década del 50 del siglo XX, descubiertas en el fondo de audiencias. Carlos Torrent también destaca la levantada contra José Smith Comas, por organizar una tángana en el Instituto de Segunda Enseñanza de Cárdenas, y dos contra José Antonio Echeverría, por sus protestas contra la construcción del canal Vía Cuba, similar al de Panamá, que buscaba taladrar la Isla y unir el Mar Caribe con el Océano Atlántico.

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