Durante el balance anual de trabajo de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) celebrado en esta provincia con la participación de cuadros y especialistas se analizaron los avances y retrocesos de la organización que aglutina a los cooperativistas, en quienes recae una parte importante de la producción de alimentos en el territorio yumurino.
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Con la presencia de Rafael Ramón Santiesteban Pozo, Presidente del Comité Nacional de la ANAP, se analizaron tópicos esenciales como la política de cuadros en la organización que permita colocar en posiciones claves a personas con capacidad de convocar, persuadir y comprometer, algo que solo se logra con el ejemplo y ganas de trabajar.
Como aspecto positivo se destacó el crecimiento con la incorporación de nuevos miembros en el último año, lo que demuestra la vitalidad de la ANAP, a la que pertenecen 25 mil 887 asociados en la provincia.
En un informe donde se realiza un repaso al funcionamiento de la organización durante el año que recién concluyó se destaca la participación en actividades de gran impacto social como la entrega de alimentos en zonas vulnerables, la organización de actividades culturales en asentamientos campesinos, o las continuas donaciones realizadas por campesinos durantes los difíciles días del incendio en la Base de Supertanqueros de la Zona Industrial.
El documento recoge también la importancia que se concede a la incorporación de jóvenes y al empoderamiento de la mujer; siendo de las principales tareas a potenciar.
Hasta la fecha más de 5 300 mujeres pertenecen al movimiento anapista en un trabajo articulado con la Federación de Mujeres Cubanas, lo cual ha propiciado la creación de 152 brigadas FMC-ANAP, encargadas de visibilizar el papel e importancia de la mujer rural en el entorno campesino.
Durante la reunión de trabajo también se discutieron temas de vital importancia en el sector como el movimiento agroecológico, el cual cuanta con un gran número de fincas que potencian prácticas productivas mucho más amigables con el medio ambiente, mediante la metodología «campesino a campesino» con el fin de extender las experiencias positivas. Para este propósito el territorio cuenta con 226 facilitadores de amplio conocimiento.
Sobre la comida que llega a la mesa del matancero gracias al denuedo de los campesinos se reconoció que durante el 2022 se decreció en indicadores de vital importancia como el arroz cáscara húmedo, la leche vacuna y la carne de cerdo.
Sin embargo, en otros rubros productivos como la producción de vianda, hortalizas, frutales, frijol, y maíz sí se alcanzaron números favorables, aunque distantes aún de la demanda real que inclinaría un tanto la aguda escalada de precios de los alimentos y que tanto afecta a los yumurinos.
Los presentes debatieron además, sobre la necesidad de realizar un proceso de contratación serio, con la participación de todos los factores que intervienen y que responda a las potencialidades de los territorios.
El enfrentamiento al delito en el patrimonio campesino fue otro de los asuntos catalogados como imprescindibles, ante el creciente número de hurto en la áreas rurales contra el ganado, fenómeno que repercute de manera negativa en los niveles productivos e, incluso, en el estado anímico de los cooperativistas.