La noche en que un bache se tragó una camioneta

El accidente ocurrió a eso de las 10 de la noche y acto seguido un vecino me gritó: “¡Periodista, una camioneta se cayó en el hueco de la esquina!”.Para cualquier otro, aquello sería el mayor de los absurdos, pero yo sabía que aquella afirmación era totalmente posible.

Dicho bache, ubicado en Compostela entre primera y final, municipio Matanzas, se había formado debido a que la lluvia escurre por la calle. El agua terminó por romper el pavimento y abrió una especie de zanja al costado de la carretera. El proceso perfectamente pudo durar unos 10 años, al menos así lo creen vecinos que afirman haber dado su primer beso en esa esquina en compañía del susodicho.

De vuelta a la noche del accidente, les cuento que salí a la carrera, celular en mano, para encontrarme con que el agujero había devorado parcialmente a una camioneta azul. El chofer y su copiloto intentaban en vano hacer retroceder el automóvil, mientras algunos vecinos se acercaban para ayudar.

Tomé varias fotos e intenté hablar con los accidentados, pero ninguno pareció muy interesado en conversar conmigo, y menos al enterarse de cuál era mi profesión. Me imagino que nadie quería quedar como el tipo al que un bache convertido en hueco le había comido su vehículo en mitad de la noche, algo que sin duda daría material para un filme de Tim Burton.

Ante mi insistencia de obtener más imágenes, se mostraron molestos y, para colmo, comenzaron a caer las primeras gotas de un aguacero nocturno. Cerca de la madrugada lograron sacar el carro y la historia concluyó con el aplauso de los vecinos por el esfuerzo colectivo.

CÓMO REPORTAR UN BACHE

Los vecinos me contaron que alguien informó sobre lo ocurrido a otro alguien. Unos decían que se había llamado al Partido, otros al Gobierno; incluso se bromeó sobre cierta llamada a los Illuminati, así que no me quedó más remedio que acudir al lugar donde tenía entendido que se podía resolver el problema.

En el lugar en cuestión me atendió Taimy Ramos Torres, directora del Departamento Productivo de la Empresa Provincial de Viales, quien al instante llamó a la persona indicada y la puso al tanto de la situación.

El bache se encuentra en una vía de acceso al Hospital Pediátrico Eliseo Noel Caamaño, por lo que se ganaba por méritos propios el estatus de prioridad. Vale aclarar que el resto de las calles de la zona presentan un cuadro similar, producto de los constantes salideros de agua.

EL FUNCIONARIO Y EL BACHE

Llegó unos minutos tarde, lo cual era justificable ya que la dirección que le había indicado a Taimy no fue del todo precisa, lo reconozco. Del auto bajó el funcionario que debía evaluar la situación, quien resultó ser José Luis Arencibia Sánchez, director de Viales del municipio Matanzas.

“¿Usted es el periodista del bache?”, alcanzó a decir. “Soy el periodista del bache”, respondí. Arencibia Sánchez bajó del carro y caminamos hacia el lugar del incidente. Al chocar con el hueco, su cara denotó asombro, sin duda superaba sus expectativas.

—Está peligroso eso —afirmó.

—¿Y qué se puede hacer? —pregunté.

—Primero hay que higienizarlo, porque mi gente no toca la basura.

—¿Habría que llamar a comunales entonces?

—Vamos a informar del problema al Gobierno y, si nos asignan los materiales, hacemos el trabajo. No tiene ciencia, hay que levantar un muro de contención y rellenar el hueco. 

—¿Cuánto podría demorar el trabajo?

—Periodista, nosotros no tenemos los recursos, eso lleva cemento y bloque. Si esta misma semana el Gobierno nos lo aprueba, le metemos mano. De lo contrario, se puede demorar un poco más.

Mientras conversábamos el bache seguía ahí, testigo inamovible de la desidia, esperando devorar otra camioneta azul, en una noche de lluvia.

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Sobre el autor: Boris Luis Alonso Pérez

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