En medio del creciente envejecimiento poblacional que vive Cuba, este 5 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, merecido reconocimiento a quienes se dedican al cuidado de adultos mayores o en situación de dependencia.
La fecha estipulada en 2014 destaca la labor ejercida por cuidadores profesionales y familiares que ponen su mayor empeño en la atención de personas enfermas, discapacitadas o de edades avanzadas para satisfacer sus necesidades básicas y contribuir a la mejora de su calidad de vida.
Isis Leonor Jiménez Ramírez, identificada con el rol de los cuidadores por estar a cargo de su esposo con dificultades para caminar, dijo a Girón que esta figura en nuestro contexto se centra más en el adulto mayor, y desde su punto de vista es un acto que requiere poner amor en cada acción, mucha paciencia y comprensión.
“Debemos sentir que el cuidado no es una carga u obligación, sino una actividad que la vida nos ha presentado. Es muy importante conocer cómo lidiar con la persona que se acompaña, además de velar porque el estado físico y mental de quien ejerce este rol no se deteriore y pueda continuar desempeñándolo sin maltratar por sentirse cansado o agobiado”, expresó.
En Cuba, a partir de la entrada en vigor del actual Código de las Familias y siendo consecuentes con el envejecimiento demográfico que enfrenta la sociedad cubana, se regulan los derechos de los cuidadores familiares a partir del reconocimiento de su autonomía y dignidad. Además, la norma jurídica condena cualquier forma de manifestación de violencia familiar o de género contra ellos.
Destaca también el derecho a su propio cuidado, a dedicar tiempo para actividades personales, a ser tratados con respeto y a recibir el debido apoyo del resto de los familiares.
Cuba es el primer país de América Latina y el Caribe con mayor índice de personas de la tercera edad y las tres cuartas partes de la población cubana de este segmento poblacional se encuentra en situación de cuidado.