Tradicionalmente, agosto ha sido el tercer mes de mayor peligro para la ocurrencia de ciclones tropicales, antecedido por octubre y septiembre.
Por solo recordar algunos de los huracanes más sonados acontecidos en agosto durante este siglo, baste mencionar a los temibles Charley (2004), con categoría tres en la escala Saffir-Simpson, y Gustav (2008), con categoría cuatro.
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Sin embargo, casi asombrosamente, este octavo mes, por suerte, se fue sin azotarnos con ningún ciclón, lo cual es bastante raro porque, desde que se llevan registros, solo tres agostos han tenido semejante comportamiento de cero ciclones en esta área geográfica, y esto, según refirió el historiador de la meteorología en Cuba, doctor Luis Enrique Ramos Guadalupe, aconteció en los años 1941, 1961 y 1997.
Pero ¡ojo!, que septiembre puede sorprender y habría que cruzar los dedos para que así no pase. No obstante, las estadísticas están ahí, marcando a este noveno mes con un negro registro en cuestión de ciclones.
De los 349 huracanes sucedidos en septiembre, 15 se han formado en el Caribe Occidental, nueve en el Caribe Central y ocho en el Caribe Oriental. En el Golfo de México han tenido lugar 38, mientras que 278 han tenido su origen en el Atlántico.
Los especialistas señalan que la frecuencia de formación de ciclones tropicales en el área geográfica del océano Atlántico tropical —incluye el Golfo de México y el mar Caribe— aumentará y, por tanto, también la actividad ciclónica sobre Cuba en relación con agosto, aunque la periodicidad sería algo inferior a octubre.
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Junto con esa potencial amenaza está también la de las lluvias. Se prevé que este septiembre sea uno de los meses más lluviosos para esta Isla, según pronóstico del Centro del Clima en su boletín mensual.
Dichos expertos indican que la influencia del anticiclón del Atlántico disminuye considerablemente con respecto a julio y agosto, lo que, unido al paso frecuente de las ondas y las bajas tropicales, propicia el incremento de las precipitaciones.
A la par, también aumenta la frecuencia de formación de ciclones tropicales en nuestra región durante este mes, aunque la frecuencia de los huracanes de septiembre es algo inferior a octubre.
Asociados a la influencia directa o indirecta de los ciclones tropicales, suelen ocurrir grandes precipitaciones, pero los estudiosos indican que, teniendo en cuenta los modelos consultados, se pronostican acumulados de precipitaciones por debajo de la norma para la región occidental, y en la norma para las regiones central y oriental.
Los más ancianos quizás recuerden aquellos antiguos conjuros contra los ciclones y tormentas, desde la cruz de sal con un cuchillo en el centro, hasta el paraguas al revés, sin faltar los rezos y oraciones que fueron transmitiéndose de generación en generación.
Ello, parte de la cultura popular, solo serviría para «colorear» la posible amenaza de un ciclón, ante la cual, lo único realmente sensato es seguir al pie de la letra las indicaciones de la Defensa Civil y mantenernos bien informados. (CubaSí)