La cabina de transmisión central de Radio 26 se convirtió en su segunda casa. Allí graba, dialoga, emociona a quienes lo escuchan. Ser locutor, más que una profesión, se convirtió en su estilo de vida. Oliverio Aballí se considera un defensor de la identidad de Matanzas y reconoce la importancia de la comunicación desde su faceta como declamador y animador.
OLIVERIO ABALLÍ: ¿UN MILITAR ARTISTA?
“Desde niño me vinculé a la Radio, primero con el grupo de Aquí pionero, y años más tarde con quienes conducían la Pista móvil Tiempo A, uno de los programas más populares de los 70. Por aquella época el principal entretenimiento de los jóvenes era asistir a las fiestas de 15, y la intención de la Pista era compartir con ellos música y diversión en un ambiente libre de bebidas alcohólicas.
“Después integré las filas de las Fuerzas Armadas, específicamente como político de tropas generales. Parecía contradictorio que un militar fuera artista, pero nada más alejado de la realidad porque mi trabajo se vinculaba con los aficionados, con la dirección de espectáculos, ceremonias militares, y otras actividades que se realizaban en el Ejército. Me mantuve durante casi tres décadas organizando festivales, talleres literarios o veladas temáticas”.
EL LOCUTOR
“Un locutor no es ciento por ciento puro, esto significa que siempre tienes referentes para comunicar mejor. En mi caso fueron Franco Carbón, Eduardo Rosillo, y en la emisora yumurina recuerdo a Tani Allende, Evaldo Milián y Manolo Díaz del Castillo.
“En la improvisación puedes quedarte en blanco, aunque por lo general me preparo para enfrentar cualquier imprevisto, porque las emociones te traicionan o ayudan. Un momento donde tuve que apelar a la calma y a mis conocimientos sin dudas fue durante el paso de las cenizas del Comandante en Jefe por la provincia. Para informar sobre el recorrido de la caravana me ubicaron en el punto de Ceiba Mocha, desde allí, describiría lo que ocurría, mas cuando me quedé sin elementos hice alusión al poema Masa, de César Vallejo, un escrito que me emociona muchísimo y que me pareció acorde al momento. Más tarde recibí buenas opiniones de mis compañeros y de los oyentes. Fue un instante único.
“Convertirte en conductor de un programa en vivo también brinda herramientas para solucionar las situaciones que se puedan presentar. Un día al Familión llamó una persona que vendía una jaula para pájaros pensando que se comunicaba con Frecuencia abierta. Ese día hablábamos del regateo y converso con él intentando que me rebajara dicha jaula hasta que lo hizo. Finalmente aceptó mi propuesta monetaria y casi al cerrar el trato le expliqué que estaba en mi programa. Este momento me dio la oportunidad de ilustrar el objetivo del espacio y salir airoso”.
EL FAMILIÓN
“El espacio surge en 2007 y desde que conocí sus características comenzó mi interés por pertenecer a un proyecto como ese. Tony Medina, a quien conocía de mi etapa en la Pista móvil, era el locutor. Yo trabajaba en las madrugadas y alguien que me escuchó me propuso ocupar su lugar cuando este, por motivos de trabajo o por vacaciones, no pudiera realizarlo.
“A los tres años él decide marcharse y empiezo como presentador oficial. Esto implicaba un esfuerzo mayor porque iba a sustituir al profesional que es Tony y el espacio debía mantener la esencia, pero con mi estilo. Así lo hice durante 10 años gracias al apoyo de los directores y asesores que pasaron por el máster de transmisión en ese tiempo.
“El éxito de El familión estaba en que tratábamos temas que le interesaban al público, realizábamos un debate con ellos y llegábamos a un consenso, en dependencia del objetivo. Las personas demandan cosas espirituales, nosotros cubríamos ese vacío y los ayudábamos a tomar posturas ante diferentes fenómenos que se podían presentar en sus vidas”.
LA RADIO
“Cuando te encuentras en el estudio y llaman cada día personas de la tercera edad piensas que ese es tu público, sin embargo, nos ha pasado que asistimos a algunas peñas culturales y se acercan niños, jóvenes, embarazadas, y agradecen el apoyo que les dimos en un momento difícil.
“Experiencias con los oyentes tengo muchas, sobre todo con aquellos que se sorprenden al conocerme personalmente. Algunos creen que soy blanco, otros que soy mayor, otros que soy más delgado. Ahí se encuentra también la magia de la Radio”.
OLIVERIO
“Me considero amante de la música cubana, incluso fui profesor de una asignatura con ese nombre cuando inició el proceso de universalización. Me encantan el cine y las series, detesto el desorden. Tengo dos hijas, dos nietas y adoro mi papel de abuelo. Como a todos me gusta acompañar a mi esposa a los bares, restaurantes, y disfrutar de la ciudad.
“Le reprocho a la vida que en ocasiones no me vean como la persona que soy o que me juzguen por intentar ayudar a resolver un problema. A veces la manera en la que me expreso asusta porque gesticulo, puntualizo, enfatizo.
“Sigo apostando por la belleza interna. La revista de variedades en la que trabajo actualmente la comienzo cada día con una frase: ¡Hola gente linda, gente buena, de corazón, de sentimiento que es donde hay que ser bonito!”.