A las ocho de la mañana del 15 de febrero de 1957 llegaba a la rada matancera, el trasatlántico de lujo “Ile de France”, con centenares de turistas a bordo. El enorme buque que por sus dimensiones fondeó en plena bahía, constituyó motivo de asombro y admiración para la población local.
Pero lo más relevante sería la presencia entre sus pasajeros, del novelista y autor de El viejo y el mar, entre otras obras, y premio nobel de literatura, Ernest Hemingway.
Relata el diario local El Imparcial, que sobre las 9:30 de la mañana, tocaba tierra en un bote el afamado visitante. Fue recibido por Carilda Oliver Labra, directora de cultura en la Alcaldía Municipal, quién pronunció un discurso de bienvenida. El visitante también recibía la condición de Huésped de Honor y la Llave de la Ciudad; esta última de enormes dimensiones, de acero níquel, dentro de una gran caja rústica de madera.
(Por: Adrián Álvarez Chávez)
Muy interesante, no conocía de la visita de Hemingway a Matanzas. Gracias