
“En días recientes necesité hacer unas compras para el hogar, y me dirigí al centro comercial Plaza Milanés y Ayllón, administrado por Cimex y ubicado en la intersección de esas arterias yumurinas. Para sorpresa mía, el establecimiento estaba totalmente desabastecido”.
Así comienza su relato Yuri Lleonart López, residente en la calle 234, No. 14002 A (altos), entre 149 y 153, en el barrio de La Playa, quien desgrana su desafortunada experiencia.
“Apena tener una institución así, prácticamente nueva, con trabajadores desmotivados. Como no hallé casi nada de lo que buscaba, decidí realizar un periplo por otros sitios de la ciudad, mas, continuó la sorpresa: del total de nueve comercios visitados, seis ya habían pasado a la modalidad de USD. Aprecié que las tiendas destinadas a compras en MLC también evidenciaron carencias, pero, además, no ofertaban jabas ni entregaban comprobantes de pago. La opción fue anotar en una hoja de libreta la cantidad de productos para chequearlos al salir.
“En cambio, en las destinadas a USD sí existían jabas y ticket de venta. Entonces, me pregunto: ¿Cómo es posible la masividad de tiendas en USD y que los organismos pertinentes no informen a la población? ¿Qué hago con los MLC en tarjeta? ¿El Banco los pasará a la tarjeta Clásica, o los gasto en productos innecesarios para no perderlos ante la incertidumbre? ¿Las tiendas en USD y MLC poseen diferencias en sus normas de control interno y atención al cliente?
“A pesar de que he intentado que me expliquen la diferencia entre ambos establecimientos, nadie ha sabido declarar. No voy a entrar en el debate de si estamos de acuerdo o no con lo expresado, pero el pueblo necesita información. Opino que algunos no están haciendo lo que por su responsabilidad les corresponde.
“En varias ocasiones he visitado la tienda El Fuego (Manzano, esquina a Magdalena), hoy dedicada a la venta de pinturas y, tanto antes como después de pasar a la modalidad de USD, destaca por la amabilidad y profesionalidad de sus trabajadores, quienes a diario demuestran conocer su labor, poco usual en otras instalaciones comerciales”.
NO APARECE NI EL CARRO NI LA SOLUCIÓN
Alioska Boulet, vecino de Levante, No. 14719, entre Solís y Fundición, La Playa, Matanzas, escribió porque llevaba tres días con una fase caída en su vivienda. Solo tenía corriente la mitad de la casa. “No sé cuántas veces he llamado al 18888 para poner la queja, pero no aparece el carro ni la solución”, afirma el lector.
En la respuesta que firman Jorge Alejandro Rodríguez Azpeitía, director provincial de la Empresa Eléctrica, y Naylett Pentón Crespo, directora del Centro Integral de Atención a Clientes, se afirma que la avería fue erradicada el pasado 11 de junio, pero a instancias del propio afectado, no por la entidad. De nada valen las justificaciones. Este es un ejemplo de lo que no debe ocurrir.