La vida hecha poesía

El sol y sus flores, de Rupi Kaur, es un canto dulce a la libertad, el recuerdo constante de la lucha por aceptarse y la importancia de la voz femenina en la poesía. La autora se ha convertido en la voz más poderosa de la actualidad y la conciencia de toda una generación. 

Aunque marchitarse nos pueda parecer algo cuestionable como comienzo de un poemario contemporáneo, lo cierto es que el desamor siempre ha sido y será el tema recurrente por excelencia en el arte. No trata solo temas puramente personales, sino que va más allá de las experiencias que ha vivido la propia autora. Se suma así a la lista de mujeres que alzan la voz en contra del patriarcado, de una forma elegante y realista.

Este, su segundo poemario, fue publicado en 2017. Está dividido en cinco movimientos (marchitarse, caer, enraizar, crecer, florecer). La mezcla de textos e ilustraciones, que la misma poeta realiza, aportan siempre gran dinamismo. Kaur utiliza como gran símbolo durante toda la obra a las flores, en multitud de maneras, desde los distintos tipos de especies, hasta sus etapas de crecimiento. Esto hace que el poemario sea un todo único a pesar de estar fragmentado. 

poesía

La delicadeza de la escritora se transmite en cada sílaba, no necesita de formas rebuscadas ni versos complejos. La métrica que sigue no es algo que delimite su poesía; en dependencia del tema o la necesidad de la historia utiliza versos más o menos largos. Nos encontramos desde poemas de apenas un par de estrofas hasta de páginas enteras. 

La poesía ha de florecer, llenar los rincones de cada jardín y atrapar con sus colores nuestros días más grises. Las palabras son capaces de crear en nosotros esa calidez de una soleada tarde de primavera. Eso es lo que hace Rupi Kaur, cubrir sus páginas con pétalos delicados, palabras sencillas cargadas de sentido. La escritora nos lleva de la mano por los rincones más oscuros de su mente, nos abre las puertas de su intimidad. 

Una obra cruda, real y llena de una belleza desgarradora. Como ya ha contado en numerosas entrevistas, Rupi se sirve de la poesía para sanarse, y sin darse cuenta también cicatriza las de tantas personas que han vivido lo mismo. 

La mujer aquí no depende del hombre o de otros elementos, sino de ella misma. Este libro no es simplemente un poemario más; en él se replantea el concepto de feminismo y se le da amplio espacio al amor propio, se descubre la figura femenina no solo como víctima, también como ente decisivo en su vida. Ya no vemos a la niñita herida sino, por el contrario, a la mujer que logra transformar el dolor y convertirlo en poesía.

FRASES DE LA OBRA

“te fuiste / y todavía te quería / pero me merecía a alguien / que estuviera dispuesto a quedarse”

“la manera en que hablas de ti misma / la manera en que te degradas / y te vuelves pequeña / es abuso”

“necesitamos más amor / no de los hombres / sino el nuestro / y el de las demás”

“no es lo que dejamos atrás / lo que me rompe / sino lo que podríamos haber construido / si nos hubiéramos quedado”

“la vida no se detiene para nadie / te arrastra de las piernas / tanto si quieres seguir adelante como si no”

“cuando la muerte / me coja de la mano / te cogeré con la otra / y prometeré encontrarte en cada vida”

“cuál es la lección más grande que una mujer debería aprender / que desde el primer día / ya ha tenido todo lo que necesita dentro de sí misma / es el mundo el que la ha convencido de que no es así”.

SOBRE LA AUTORA

Rupi Kaur es una poeta e ilustradora de nacionalidad canadiense. Nació en Hoshiarpur (Punjab, India) el 5 de octubre de 1992, en una familia que profesaba la religión del Sijismo. A sus cuatro años, se traslada a Canadá con su familia, exiliados por todos los conflictos que se desarrollan en su país natal.

Esto deja una huella grande en la poesía de Kaur. A partir de ello, por medio de la literatura busca una vía de escape. Comienza a recitar poesía en 2009 y salta a la fama al compartir en Instagram sus experiencias, aprendizaje, rumbo vital, sentimental y cultural. 

Estudió retórica y escritura en la Universidad de Waterloo. Amplió su formación en el mundo de la escritura. Esta disciplina, junto a la ilustración, se la inculcó su madre desde pequeña.

Todos sus libros poseen en su escritura la característica visual de iniciar los versos y las estrofas con letras minúsculas y carecer de signos de puntuación, excepto el punto. Esto es un guiño a la escritura gurmukhi, un alfabeto silábico en idioma panyabi, utilizado en el entorno religioso. La escritora lo acostumbra en sus poemas porque tal elemento idiomático conforma parte de sus raíces. Su escritura también se caracteriza por manejar temas como el abuso, el amor, el desamor, el feminismo y luchas constantes que ella ha afrontado a lo largo de su vida, y que la mayoría de mujeres de cualquier cultura y país también han vivido.

(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)

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