Sevilla fue la primera parada de un viaje que duraría aproximadamente tres semanas. Unas pocas horas andando por una ciudad poblada de personas cálidas aunque fuera domingo de tormenta y mal tiempo. Tierra de Cantaores y Tablaos Flamencos. Sitio que mucho se asemeja a Matanzas por sus puentes y ríos.
Desde bien temprano y a pesar de las nubes se podía observar la algarabía en las calles. Pequeños grupos de turistas en bicicletas, muchos caminando con sus capas o sombrillas, carruajes tirados por caballos y hasta una maratón de niños que era premiada al final con medallas para todos por su esfuerzo.
Los callejones sevillanos te recuerdan la Cuba colonial con sus casas, bares y colores. El tradicional pan con tomate mojado en aceite de Oliva, las croquetas y los huevos revueltos forman parte de los aromas que adornan la ciudad. Aunque no se pudo ver el sol ese día en Sevilla se sintió siempre el calor humano. (Por: Julio César García)
Preocupante la higiene de Matanzas,ciudad que adoro!
Sabemos
Los problemas de combustibles,pero hay que buscar alternativas como lo hacen otras provincias!
Hagan un recorrido por la ciudad y verán!