No responder con celeridad los planteamientos del pueblo es propiciar, entre otros desaciertos, que estos languidezcan, aun cuando conservan máxima prioridad para sus remitentes. Las historias que relatamos hoy constituyen ejemplos fehacientes de morosidad en la atención y, por consiguiente, en las explicaciones necesarias.
Algunas semanas atrás denunciamos el atraso excesivo en la contestación al caso de Julia E. Echenique Martínez, vecina de la calle Narváez, No. 29211 B, entre Manzaneda y Zaragoza, en esta ciudad. “Estamos afrontando muchos problemas con el desbordamiento del río (San Juan). Antes no ocurría, pero ahora la cuadra se llena de agua, e incluso invade la acera. Las viviendas se están agrietando por las penetraciones subterráneas, pues en la calle abundan los huecos”, afirma la lectora.
“Aquí residen niños en edad escolar, estudiantes de Medicina, trabajadores del aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez y personas de avanzada edad, algunas en sillas de ruedas que necesitan rehabilitarse con tratamiento de fisioterapia. El asunto se ha planteado al Gobierno provincial y no tenemos respuesta”.
Manifiesta José Anselmo Díaz Muñiz, intendente del Órgano de Gobierno local, que en meses anteriores funcionarios de diversas instancias visitaron el lugar y dialogaron con los residentes acerca de las acciones previstas y aún pendientes, según el programa de reanimación de la ciudad, establecido para varias etapas.
“Esta penetración (de las aguas del río San Juan) lo origina el cambio en el nivel de la marea, influenciado también por las precipitaciones. Se requiere el dragado del río, que sería la solución óptima”.
Pero también valdría la pena tapar los huecos de la calle, paliativo para aliviar el mal, acota el periodista.
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En idéntico letargo burocrático se encontraba la misiva de Julio Miller González, rubricada además por Ana Maitte Medina Rodríguez, delegada de la circunscripción 72, del Consejo Popular Peñas Altas, en el municipio de Matanzas.
Relata Miller González, con domicilio en la calle 194, No. 12909 A, entre 129 y 147, los problemas constructivos de su vivienda y, a pesar de poseer licencia, nunca ha podido adquirir los recursos materiales. Otra dificultad es que no posee agua potable.
Informa el propio Díaz Muñiz que se realizó la visita al inmueble del remitente. Luego fue citado a la Dirección Municipal de Vivienda. Allí le explicaron que no cuentan con recursos materiales para entregarle, incluso antes deben solucionar las peticiones correspondientes a los subsidios de 2018 y 2019.
“El pasado 28 de septiembre comprobamos que el domicilio en cuestión ya tenía servicio de agua potable. Aclaramos que la ampliación de red solicitada no es posible”.
Por último, apreciamos que ambas respuestas no están firmadas por la presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, lo cual no debe ocurrir, pues fue asunto ya pactado entre las partes implicadas, y de vital cumplimiento además para todos los territorios, porque los principales beneficiarios siempre serán nuestros lectores.