Quizá muchos nacidos fuera de la capital cubana tuvieron como primera referencia del Jalisco Park un tema antológico del cantautor Carlos Varela, donde rememora desde la nostalgia absoluta aquel paraíso de metal que tanto disfrutara en su infancia.
Por estos días el Jalisco Park vuelve a ser noticia, esta vez desde las notas disonantes de las redes sociales, que, si bien no siempre te permiten alcanzar una mirada certera de los fenómenos, al menos te muestran por dónde transcurren las aspiraciones y cuestionamientos de un importante sector de la sociedad.
Antes del sábado 29 de julio, ya existían varias opiniones desfavorables sobre la nueva apertura del parque de atracciones. Según las primeras noticias al respecto, los precios para poder acceder a los servicios distaban muchos de ser módicos.
Finalmente se pronunciaron los encargados de dirigir los destinos del lugar, quienes anunciaron que el precio de la entrada a la instalación sería libre de costo para los pequeños. Para acceder a los 16 equipos en funcionamiento, en su mayoría inflables, se deberá desembolsar entre 30 y 50 pesos por cada aparato.
Como reflejo de la alta sensibilidad de los encargados de administrar el recinto, trascendió que una vez a la semana los niños de centros sin amparo familiar y de centros educativos de enseñanza especial podrán disfrutar de las diversas atracciones de manera gratuita.
Mas, este gesto de los encargados de la Cooperativa No Agropecuaria (CNA) El Pekín no previó el sobresalto que causaría el importe de las ofertas gastronómicas con precios prohibitivos para un amplio sector de la población, más allá del ingenio, o mal gusto, que significó nombrar a cada plato con una frase popularizada por personajes de nuestros dibujos animados.
Gracias a semejante «genialidad», lo mismo puede degustar un “¡Alabao!” a 500 pesos, sonoro nombre para bautizar al espagueti napolitano, que un batido a 400 bajo el llamativo epíteto de “De la vaca lechera”.
Antes de abrir sus puertas ya se hizo viral en las redes la aglomeración de personas a la entrada, lo que para algunos podría tomarse como una señal de aceptación.
Llama la atención que la mayoría de las reseñas consultadas no ahondaron el tema relacionado con el alto precio de los alimentos comercializados, algo que sí hizo un internauta al compartir instantáneas con las supuestas cartas de las ofertas, hecho que no ha sido desmentido.
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Junto a la alarma de los abusivos precios emergen además nuevas informaciones sobre el estado actual del espacio antes de ser gestionado por la CNA El Pekín. Según refiere un usuario con imágenes del lugar, antes de la actual remodelación el estado de los equipos era favorable. Por lo que vale la pregunta de ¿a quién beneficiaría este traspaso?
Proceso que no contó con la debida transparencia, pues a estas alturas, donde en nuestro país intervienen diversos actores económicos, pocas veces se cumple un efectivo y claro sistema de licitación. Tampoco se establece una política de concertación de precios entre entidades.
Semejantes deficiencias encuentran su caldo de cultivo para posicionar contenidos en las redes, donde siempre quedamos expuestos y sin acciones certeras que logren mostrar ese avance preciso y premonitorio de pujanza y estabilidad económica.
Hola, estuve ayer miércoles con mi hija y nieta a Jalisco Park, tuvimos que esperar unos días porque la Cola era inmensa con padres anciosos de llevar a los niños a disfrutar sus vacaciones.
Realmente salimos un poco decepcionada. No era lo que esperábamos. Solo tenían 3 aparatos para niños pequeños como mi nieta de 2 años y para que decir de los precios de lo comestibles y para que hablar del precio de los helados. Es triste ver esto pasar. Gracias que pudimos aunque s ea entrar y explorar, no quiero ni pensar de las personas que tenga menos salarios o no tenga una entradita de algún familiar en el exterior. Se quedarán afuera mirando.gracias por su artículo.