Octubre convida a los matanceros a pensar en su ciudad. El 12, día en que cumple años de fundada, representa el primer motivo para que llegue con nuevos bríos a otro aniversario. Luego, el 31, justo cuando termina el mes, el calendario nos recuerda que se celebra el Día mundial de las ciudades.
De Matanzas, sus recursos naturales y su gente mucho se ha escrito. Esta urbe ha sido fuente de inspiración de poetas, pintores, músicos…Infinidad de personalidades se regocijan de visitarla. No obstante, para que cada día sea mejor aún falta mucho por hacer.
¿Cómo contribuir en este empeño? Vale entonces que entre las prioridades figure la meditación acerca de nuestro actuar. Voluntad, consagración, entrega cotidiana deberán, pues, ser premisas esenciales.
Basta acometer acciones tan sencillas como sembrar un árbol, reciclar, no expulsar basuras a ríos o mares, proteger la fauna, cuidar las playas y sus alrededores, poner coto a los altos decibeles y colaborar con el ejemplo diario para que las nuevas generaciones aprendan a amar a su ciudad.
En materia de salud también podemos aportar, adoptando las medidas higiénico-sanitarias para evitar la proliferación de enfermedades, pues solo así podremos pensar en un mañana armónico para nuestros descendientes.
Debemos preocuparnos por seguir mejorando la imagen de nuestros barrios, por conservar el patrimonio, la historia y las tradiciones. Nos compete, de igual modo, aprovechar al máximo potencialidades y recursos, poniéndolos en función del desarrollo económico y social de la urbe.
Asimismo, nos corresponde velar por el sosiego y la paz ciudadana desterrando cualquier tipo de manifestación ajena a las normas de comportamiento establecidas en la sociedad cubana.
Ciertamente resta mucho por hacer, pero lo más importante, es pensar en ella a diario y a diario también hacer algo por ella. Octubre se va, pero volverá muy pronto y el lapso que media entre un año y otro representa un viaje en el que no debemos abandonar los sueños de tener una Matanzas mejor.
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