Foto: Tomada de Cubaminrex.
La firme condena de Cuba a todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, fue resaltada por el viceministro de Relaciones Exteriores de la Isla, Carlos Fernández de Cossío, durante el Congreso Mundial de las Naciones Unidas sobre las Víctimas del Terrorismo.
Acentuó que como consecuencia de actos terroristas, Cuba ha sufrido en los últimos 63 años la desgarradora experiencia de 3 478 cubanos víctimas mortales y 2 099 lesionados e incapacitados, señaló el sitio web Cubaminrex.
El diplomático cubano explicó cómo los múltiples actos de terrorismo de Estado cometidos contra la Isla, han sido acciones organizadas, apoyadas, financiadas y ejecutadas, en su mayoría, desde territorio de Estados Unidos, por el gobierno de ese país o por individuos y organizaciones que actúan con impunidad o reciben el respaldo de dicho gobierno.
Argumentó cómo continúan incitándose y financiándose, desde territorio estadounidense, actos violentos en Cuba, incluso de forma pública, por vía de las redes digitales. «Estos han sido informados por canales oficiales y operativos al gobierno de Estados Unidos y a sus autoridades encargadas de la aplicación y el cumplimiento de la ley», precisó.
Fernández de Cossío también recalcó que no hay evidencia o registro alguno que vincule a Cuba con actos terroristas ni a la promoción o el patrocinio de estos. Sin embargo, de manera arbitraria y unilateral, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha incluido a la Mayor de las Antillas en una lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional, indicó Cubaminrex.
Añadió que esa designación de la administración estadounidense constituye una acción sin fundamento, autoridad o respaldo internacional alguno, con la cual intentan justificar el bloqueo económico con el que, durante más de seis décadas, Estados Unidos ha pretendido castigar al pueblo cubano.
Cuba fue el quinto país en convertirse en Estado Parte de los 19 convenios internacionales relativos al terrorismo, elevando recientemente a rango constitucional el compromiso político y legal contra ese flagelo, concluye la publicación.
(Tomado de Granma)