Cambiar la matriz energética, de forma tal que se elimine la dependencia de combustibles fósiles por una que emplee energías limpias y renovables, constituye una aspiración de país; no solo por los altos precios y costos que hay que pagar para acceder a lo que muchos llaman el oro negro, sino también por un bien medioambiental.
Paneles solares, aerogeneradores, tecnologías que hace un tiempo se exhibieron con orgullo en la universidad yumurina tuvieron que estar guardados por muchos años como piezas de museo en el laboratorio de Energía Renovables de la institución pese al empeño de muchos, de que cumplieran su verdadera función.
Fueron las tormentas y no precisamente con matices de viento platanero, sino esas que afectan y provocan enormes daños a la economía de la nación antillana, así como el deterioro de algunas piezas, las razones principales para desmontarlos y que tuviéramos que cantar a lo Gardel el tango que dice: Adiós Muchachos, compañeros de mi vida…
Claro que su inutilidad ha sido hasta “el Sol de hoy”; y fíjense que digo y remarco “Sol” y “Hoy” pues en la azotea de la casa de altos estudios, me encuentro a miembros de Mipyme, Soluciones a Sistemas Tecnológicos y Energías Renovables (SETER), tratando de recuperar lo salvable y poniendo a andar un sueño, que sin lugar a dudas garantizaría un ahorro de energía eléctrica a la institución además de un uso docente e investigativo para investigadores y estudiantes.
Oscar Marrero, jefe de brigada que labora buscando dar soluciones al problema, me ofrece los detalles técnicos sobre la reinstalación, así como de la capacidad de generación que oscilará por los 900W y 220V; y aunque el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, las tecnologías, en esta dirección, se han ido perfeccionando en todos estos años, la que tenemos no es la más moderna que digamos; pero algo es algo, y se agradece.
En estos momentos, en que a partir de la situación energética que vive el país se producen los lamentables y siempre molestos apagones; en la Universidad de Matanzas, cuando nos falte el fluido eléctrico, podremos darnos un saltico por la Facultad de Ciencias Técnicas y sitios aledaños, allí recibiremos además de esas gotas de luz y energía libre de contaminación, el trato afable de su colectivo laboral entregado a su tarea, será algo así, como llegar al oasis Bahariya dentro del Sáhara. (Por Yasnier Hinojosa)