Café Teatro Biscuit: reparaciones, humedades y un segundo piso

En la esquina de las calles Ayuntamiento y Contreras, en el mismo centro de Matanzas, se halla el Café Teatro Biscuit. Quizá su ubicación geográfica —en la esquina del centro— lo describa con más precisión que cualquier plano técnico o reseña histórica. De cierta manera, este ha sido eso: un rincón de la ciudad donde se han reunido aquellos que les huyen a las finas telarañas de los convencionalismos, a las molestas moscas de lo socialmente impuesto. Lo fue cuando ahí radicaba ese pequeño establecimiento donde vendían café a peso y se acumulaban “frikis”, trovadores, rastafaris, poetas; y lo es ahora que funciona como sede de la compañía teatral El Portazo.

Desde que el grupo se estableció allí, han presentado varias obras donde han mezclado el drama nacional con la cultura del cabaret y el bufo. Lograron crear un espacio que trasciende la sala teatral tradicional y se convierte en un patio de casa (área para el diálogo libre y la bulla), en gran living room, para acomodarte en una butaca y desahogarte un poco, en una base diferente para el contoneo nocturno entre tanto bar y seudoclub. 

Café Teatro Biscuit: reparaciones, humedades y un segundo piso
Fotos: Cortesía de la fuente

Sin embargo, desde el 2016, cuando Gastronomía le cedió el sitio a Artes Escénicas, no se sometía a un mantenimiento constructivo. La humedad, al ser la planta baja de un edificio antiguo, se nota en el techo en forma de manchones verdes, en el limo que nace del roce de las aguas. Además, su diseño ya no satisface el número de personas que asisten a sus espectáculos ni las necesidades creativas de la agrupación. 

Por estas razones, según argumenta Pedro Franco, director del Portazo, se acometerán una serie de acciones que amainarán el desgaste y, a la vez, mejorarán las condiciones del inmueble para recibir las audiencias y montar las funciones. 

“Haremos un segundo piso, una especie de balcón, para que el público no esté tan concentrado. Así aprovechamos el alto puntal del edificio y favorecemos la experiencia de recepción del espectador. También vamos a reducir el espacio de la barra para ganar dos metros de escenario. Somos una compañía grande, con bastantes actores, por lo que ya se hacen imprescindibles estas reformas.

Café Teatro Biscuit: reparaciones, humedades y un segundo piso

“Instalaremos un sistema de tramoyas para utilizar mejores decorados y poder hacer un uso más efectivo de las luces. También renovaremos las gráficas, aunque algunas se quedarán, porque son representativas, un tipo de marca-pequeño país”, agrega.  

Estas renovaciones ayudarán a lo que se refiere a la parte artística; no obstante, también habrá otras dirigidas más hacia el fortalecimiento de la estructura, esa vieja lucha del hombre contra la lluvia que se escurre por las paredes, y para acondicionar varias áreas dentro del viejo caserón colonial. 

“Trataremos de habilitar en el pequeño patio interior, donde se encuentra el área de fumadores, una cafetería que preste servicios hasta bien tarde en la madrugada. En una segunda parte del proyecto, trabajaremos con los camerinos, ahí es donde la humedad ha hecho más daño”, continúa Franco.  

William Quintana, quien funge como director del Café Teatro, explica que el presupuesto para comenzar la intervención ya está aprobado. Solo esperan que lo depositen en las cuentas del Consejo de Artes Escénicas; pero que existe una buena voluntad gubernamental y política, y de la Dirección Provincial de Cultura, para que avance aprisa y con calidad el proceso. Ello se aprecia en las visitas que han realizado los dirigentes de la provincia al centro artístico, donde han demostrado hasta ahora preocupación y apoyo. 

Café Teatro Biscuit: reparaciones, humedades y un segundo piso

La aspiración, tanto de William como de Pedro, es que para finales de este año o principios del próximo reabra sus puertas el Biscuit. Con motivo de dicho acontecimiento, estrenarán una nueva producción: Otro bufo cubano, en la que ya trabajan. Mientras tanto, el conjunto continuará con sus presentaciones en otros sitios y con un trabajo intenso en las redes sociales, la nocturnidad y lo chévere, y así el arte que se te mete en los huesos no se detiene.


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