La tecnología como bastón: apoyo a los ancianos en la era digital

La tecnología como bastón: apoyo a los ancianos en la era digital

Con frecuencia, cuando camino por la calle, desconocidos me detienen para preguntarme la hora. ¿Habrán perdido su reloj o no disponen de un medio para saberla? En todos los casos se trata de ancianos que necesitan conocerla para planificar su próxima acción del día.

En Cuba, donde la población envejece, los avances tecnológicos pueden generar un conflicto significativo, especialmente en relación con la novedad. La vida ha evolucionado rápidamente y los mecanismos comunes pueden resultar ajenos a su experiencia.

Muchos adultos mayores no poseen un teléfono móvil, un objeto casi indispensable para la vida actual. Los pagos en establecimientos gastronómicos, mipymes, entre otros, se realizan a través de aplicaciones digitales como Transfermóvil. ¿Y si un abuelo o abuela necesita comprar algo y no saben utilizar la aplicación? Como consecuencia recurrirán a retirar dinero en efectivo en el banco, donde la fila llega a ser muy extensa y depende de la disponibilidad de efectivo y de la corriente.

El mundo se digitaliza cada vez más; el papel es reemplazado por documentos electrónicos, y aunque en la Isla aún existen procesos más tradicionales, la norma es la digitalización.

Muchos no pueden comprar celulares, debido a que en su mayoría son jubilados y el dinero deben dedicarlo a sus necesidades básicas. La escasez de recursos económicos para adquirir dispositivos electrónicos, junto con la desinformación, que a menudo acompaña a la avanzada edad, plantea un desafío significativo.

Aquellos que viven solos lo tienen aún peor; en cambio, quienes están cerca de sus familias o reciben apoyo frecuente suelen tener más acceso a tecnología. Sin embargo, el desconocimiento puede ser un obstáculo similar, dificultando su manejo de redes sociales y otras herramientas digitales.

Es común que en su búsqueda de ayuda, aborden a jóvenes o expertos como si fueran Google o ChatGPT, pidiendo asistencia para cambiar la fecha y hora de sus dispositivos, actualizar aplicaciones o realizar trámites a través de Transfermóvil.

Además, hay que considerar la sobresaturación de información en redes sociales como Facebook y artículos cuestionables en diversos sitios web. Puede darse el caso de que hablemos con una abuela que ahora tiene un teléfono inteligente y parece estar muy informada. Pero, ¿qué tan capaz es de asegurar la veracidad de lo que lee en Internet?

Lo ideal sería buscar o crear alternativas que atiendan las problemáticas de los ancianos frente a esta revolución tecnológica. Proponer encuentros con personas mayores para conversar sobre temas de alfabetización digital que puedan preocuparles podría ser un buen comienzo. Desde el hogar, es importante fomentar un acercamiento más orgánico y seguro, evitando así accidentes cibernéticos como el robo de cuentas o información, así como manipulaciones o adicciones al uso del celular.

Es cuestión de tener paciencia. El tiempo físico transcurre con exactitud para todos; sin embargo, el tiempo mental puede ser un desafío para algunos sectores generacionales, dotándolos de cierta dificultad para asimilar la evolución que ocurre a su alrededor.

Así que, la próxima vez que te pidan que les digas qué hora es o cómo consultar el saldo de su tarjeta magnética del banco, recuerda que para ellos es una necesidad y dependen de ti en ese momento. (Por Kenny Batista Perdomo, estudiante de Periodismo)

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2 Comments

  1. Lo de usar transfermovil para pagar no debe ser un problema en Matanzas ya que el 95 porciento de los establecimientos privados te dicen que NO aceptan transferencias ! PUNTO !
    Y ningún organismo actúa sobre eso para revertir ese problema !!
    Así que transfermovil no será un problema para nuestros ancianos !

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