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Las recientes lluvias de las últimas jornadas no han detenido el ritmo de trabajo de los hombres y mujeres que laboran en la construcción del tercer parque fotovoltaico que se instalará en la provincia y que se ubica en el municipio de Colón.
El azote del fuerte sol tampoco amilana al personal, que distribuido en diversas tareas, trabaja ininterrumpidamente para culminar la obra el próximo 10 de julio, lo que representaría, según explicó el primer secretario del Partido en la provincia Mario Sabines Lorenzo a trabajadores y directivos, “un apoyo importante para afrontar la alta demanda energética de la jornada estival”.

Sabines Lorenzo pudo apreciar hacia el interior del área un hervidero de hombres en disímiles faenas como colocar los paneles sobre las mesas, crear las zanjas donde introducirán el cableado, y la perforación de los hoyos para los soportes.
En el centro del campo varias grúas de gran porte colocan pesadas estructuras en las bases previamente construidas.“Ya se encuentran emplazados los inversores y algunos están conectados a las cajas concentradoras”, explicó Israel Prado, director de Inversiones de la Empresa Eléctrica de Matanzas.


A partir de ahora, según le comentaron al dirigente político, se encuentran en la ruta crítica por la complejidad de las acciones que se acometerán en la actual etapa constructiva.
“En próximas semanas -según se conoció durante la visita- arribarán brigadas de linieros de otras provincias para darle un impulso a la obra.

Arropados con pasamontañas y camisas de mangas largas, a veces se dificulta distinguir los rostros de los obreros, pero “lo importante- según Dayron Golles Romero, joven operario- es trabajar intensamente para culminar en el cronograma fijado”.
Cerca de él permanece José Luis Ibañez Drake, quien reconoce que el sol afecta, por lo cual se cubren todo el cuerpo. Cuentan con la experiencia necesaria para cumplir en la fecha prevista porque intervinieron en la construcción del Parque Fotovoltaico de Martí, que ya genera 18 megawatt.


Esos conocimientos y destreza les permite colocar hasta 312 paneles en una jornada, por lo que ya se aprecia un avance considerable en una de las áreas del emplazamiento.
A pesar de las altas temperaturas, prefieren el calor a la lluvia, porque las precipitaciones sí detienen las labores, “por suerte los suelos rojos drenan bien y una vez escampe logramos incorporarnos al trabajo”
