
En pleno siglo XXI, la vida de los adolescentes cubanos transcurre entre aulas, patios escolares y pantallas. La tecnología digital, lejos de ser un simple recurso, se ha convertido en parte esencial de su día a día, marcando nuevas formas de aprender, comunicarse y construir su identidad. Sin embargo, este acceso creciente al ciberespacio plantea interrogantes urgentes: ¿están realmente preparados los jóvenes para desenvolverse de manera crítica y responsable en el entorno digital?, ¿qué competencias digitales poseen y cuáles aún necesitan fortalecer?
Estas preguntas son el punto de partida de la investigación Jóvenes del ciberespacio, un dossier hipermedia que explora el panorama de las competencias digitales en los estudiantes de la Secundaria Básica Esteban Hernández Alfonso, en el municipio de Cárdenas. El objetivo es claro: visibilizar las habilidades reales que tienen los adolescentes, identificar los desafíos que enfrentan y contribuir a su formación como ciudadanos activos y responsables en el mundo digital.
“La humanidad anda a pasos acelerados en lo que respecta a adelantos tecnológicos. Hoy, el escenario virtual cobra tanta vida como el físico. La época actual se ha convertido en la época de la telefonía móvil, con amplio alcance para la realización de disímiles operaciones; pero no todos tenemos acceso a esas tecnologías y somos más los que desconocemos cómo operar con ellas. Por eso, la alfabetización digital es una necesidad imperiosa, fundamentalmente para las nuevas generaciones; y que forme parte del currículo escolar es imprescindible, pues juega un importante papel en su formación integral”, refiere Dania Acosta Prado, jefa del nivel educativo Secundaria Básica, en la Dirección General de Educación en Cárdenas.
Las palabras de la directiva reflejan una realidad palpable en las aulas: mientras algunos estudiantes navegan con soltura por redes sociales y plataformas digitales, otros apenas comienzan a descubrir las posibilidades —y los riesgos— del ciberespacio. La brecha de acceso y conocimiento es un reto que la escuela cubana no puede ignorar.
COMPETENCIAS DIGITALES: MÁS ALLÁ DEL USO TÉCNICO



En las aulas de la Secundaria Básica Esteban Hernández Alfonso, la escena se repite: estudiantes que revisan sus teléfonos móviles en los recesos, buscan información en internet para sus tareas y comparten memes y videos mediante redes sociales. Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión de sus manos y, en muchos casos, en su principal ventana al mundo. El acceso a otros dispositivos, como computadoras, es bastante limitado, lo que revela una brecha tecnológica marcada por las condiciones socioeconómicas. No obstante la aparente familiaridad con la tecnología, ¿cuán preparados están realmente para enfrentar los retos de la vida digital?


El dominio de competencias digitales va mucho más allá de saber usar un dispositivo, implica comprender cómo funciona la información en la red, identificar fuentes confiables, proteger la privacidad, interactuar de forma ética y creativa, y aprovechar las oportunidades educativas y sociales que ofrece el entorno digital.
En las entrevistas realizadas a profesores, estudiantes y directivos, emerge la preocupación por la falta de formación sistemática en estos temas. Muchos jóvenes aprenden de manera autodidacta o a través de sus pares, lo que puede dejar lagunas importantes en su preparación para enfrentar los desafíos del ciberespacio.


Los estudiantes mostraron competencias significativas en la gestión y uso de plataformas como YouTube, Instagram, Facebook y WhatsApp. La creación de contenido, realizada por el 59.25 % de ellos, sugiere habilidades creativas y técnicas en la producción de medios digitales, incluyendo reels, fotos, memes y videos sobre juegos y recomendaciones. La interacción con los estudiantes y su participación en los talleres arrojaron datos interesantes: el 70 % presentó trabajos y productos con diseños creativos y bien estructurados, mostrando sus habilidades en cuanto al uso de herramientas digitales.
Se observó que la mayoría tienen conocimientos básicos sobre ciberseguridad. El 79.62 % está familiarizado con la configuración de privacidad en estas plataformas y destacan la importancia de proteger su información personal; sin embargo, existe una brecha en el entendimiento de riesgos digitales más complejos.
Una de las mayores deficiencias se evidenció en la gestión de búsqueda y selección de información y noticias. Por una parte, los estudiantes no muestran conocimientos en identificar fuentes confiables de información ni tienden a consultar sitios oficiales o científicos para realizar sus trabajos escolares o tareas.


“Los aspectos más difíciles suelen ser proteger su privacidad y discernir entre información veraz y noticias falsas. Esto puede ser abrumador para ellos, debido a la cantidad de información disponible en línea”, comenta la profesora Hildiana Valdés Fernández, quien imparte Informática en el centro.
La Inteligencia Artificial forma parte del paisaje digital de este grupo etario, aunque de manera superficial. Casi nueve de cada diez solo la utilizan como generador de textos para responder consultas escolares. La mayoría solo conoce uno o dos asistentes de IA, y no tienen conocimiento del campo tan amplio que abarcan estas tecnologías, ni buscan entender su funcionamiento. El debate sobre los beneficios y peligros que trae consigo apenas comienza a despertar su curiosidad.

La escuela, como espacio de socialización y aprendizaje, tiene el reto de integrar la alfabetización digital en su currículo, no solo como una asignatura, sino como una competencia transversal que medie todas las áreas del conocimiento. La familia debe acompañar este proceso, orientando a los adolescentes en el uso responsable y seguro de la tecnología.


Como señala Dania Acosta Prado, “permitir el acceso a los conocimientos que ofrece la cultura digital es parte del fin de la educación en todos los niveles de enseñanza”. Solo así será posible formar ciudadanos capaces de aprovechar las ventajas del ciberespacio y enfrentar sus riesgos con sentido crítico y responsabilidad.
El plan de estudios de Informática, que desde el presente curso se imparte en octavo grado, intenta dar respuesta a estos desafíos. La teoría abunda, pero la práctica tropieza con grandes obstáculos, como la falta de computadoras y el acceso irregular a internet debido, principalmente, a los frecuentes cortes de electricidad. De esta manera, la capacitación tecnológica se queda, muchas veces, anclada en el papel.


Los profesores coinciden en que la formación digital no debe limitarse a las asignaturas de Informática, sino permear todas las áreas del conocimiento y la vida escolar. Además, destacan la importancia de involucrar a las familias en el proceso educativo, orientando a los adolescentes sobre el uso seguro y responsable de la tecnología. Muchos, aunque reconocen que su formación digital es básica, intentan incorporar recursos tecnológicos en sus clases, pero los problemas estructurales mencionados limitan cualquier intento de innovación.

La profesora de Geografía, Jael Mileidy Alcina García, destaca la importancia del empleo tecnológico en la enseñanza y cómo diferentes medios pueden ayudar a mejorar el procesamiento de la información para los jóvenes. Sin embargo, cree necesario establecer regulaciones y supervisión en cuanto al uso de los dispositivos móviles, pues, si bien pueden ser una gran ventaja para el proceso de aprendizaje, también afectan la concentración en los contenidos académicos en los turnos de clases.
Uno de los hallazgos más relevantes de la investigación es la necesidad de fortalecer la ética digital entre los adolescentes. El uso responsable de la tecnología, el respeto a los demás en línea y la protección de la privacidad son aspectos que requieren mayor atención.


La periodista y especialista en comunicación digital Yirmara Torres Hernández subraya:
“La ética digital no es solo saber lo que está bien o mal en internet, sino entender el impacto de nuestras acciones y ser conscientes de que lo que hacemos en línea tiene consecuencias reales”.
La formación de competencias digitales en los adolescentes cubanos es un reto urgente y colectivo. No basta con el acceso a la tecnología: es necesario preparar a los jóvenes para que sean usuarios críticos, creativos y responsables en el ciberespacio. El panorama, aunque desafiante, está lejos de ser desalentador. Los adolescentes han demostrado creatividad, curiosidad y una notable capacidad de adaptación al entorno digital. El salto hacia una verdadera ciudadanía digital requiere superar barreras estructurales, fortalecer la formación docente y garantizar el acceso equitativo a recursos tecnológicos. Solo así podrán aprovechar al máximo las oportunidades del ciberespacio y enfrentar los retos de la sociedad digital contemporánea. (Por: Kamila Infante Santos)
