Una alta cobertura boscosa que supera la media nacional, importantes espejos de agua y el mayor humedal del país, sobresalen entre los tesoros naturales de Matanzas, provincia que, como otras, enfrenta disímiles retos para lograr la protección y conservación de sus especies y la vitalidad de sus entornos, entre los que se encuentra una de las mejores playas del mundo.
“La provincia tiene concebida una estrategia para la gestión del medio ambiente que posee como patrón de medida y evaluación un grupo de indicadores, entre los más importantes, los relacionados con los procesos de contaminación, sea del agua o del aire” – explica Oscar Luis García Martínez, delegado matancero del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
“En el territorio aumentan considerablemente los focos contaminantes que llegan a estar controlados, tanto por desechos líquidos como por gaseosos. Destacan los procesos que se llevan, sobre todo, en los entornos de las bahías de Matanzas y Cárdenas, donde un grupo de indicadores de calidad de agua han disminuido. En el caso de la bahía de la Ciudad de las Primicias, hace unos años atrás sus aguas eran afectadas por alrededor de 34 focos contaminantes, en su mayoría controlados; destacando entre las acciones que han favorecido esos resultados: el alcantarillado del territorio, la implementación de nuevas plantas de tratamiento en el área de Varadero, el manejo del vertedero de Siguapa y los trabajos en el drenaje de Santa Marta.
“Este proceso de mejora de la calidad de la bahía, ha estado acompañado por un mecanismo económico-financiero. Todas las instituciones, que de alguna manera usan el entorno de la bahía, pagan un impuesto por ello y también porque aporten algún nivel de contaminante.
“Una problemática pendiente es el manejo de los residuales líquidos que llegan directa o indirectamente a la bahía de la Atenas de Cuba, a veces no tratados de la mejor manera o con tratamiento parcial. Otro proyecto que debería enfrentarse en los próximos años es la restauración de las playas de la ciudad de Matanzas, que se han deteriorado a partir de la influencia del cambio climático, aumentando sus niveles de erosión. Hoy playas como El Mamey, Buey Vaca y El Tenis, necesitan acciones de mejora.
-Preocupan los accidentes ocurridos en los espejos de agua, referente a derrames de combustible. ¿Proyecciones del Citma en ese sentido?
-“En los últimos 4 o 5 años, en el entorno de la bahía de Matanzas han sucedido una serie de accidentes que en momentos puntuales han comprometido la calidad de sus aguas y sus valores paisajísticos (varios derrames de petróleo en el área del puerto y del incendio en la base de Supertanqueros). Hoy la calidad de estas aguas es óptima y no corre ningún peligro. La capacidad de autodepuración de la propia bahía por medio de los sistemas, las corrientes marinas y su profundidad le imprimen una capacidad de autorregulación y resiliencia importante. La seriedad con que entidades como la comercializadora del petróleo y otros asociados al Ministerio de Energía y Minas han enfrentado cada uno de estos accidentes también es vital. Hay algunos elementos negativos asociados, por ejemplo, a los sistemas del alcantarillado de la ciudad y al manejo de residuos sólidos, que comprometen la calidad de baño en ciertas playas.
“Un aspecto en el que se incide, es el proceso encaminado a restaurar o liquidar pasivos ambientales, resultado de la actividad económica del hombre, que deja abandonada determinada infraestructura como huella. Muchos de los accidentes, como el de hace unos días en la antigua termoeléctrica José Martí, están asociados a un pasivo ambiental. En 2024, hubo otro suceso parecido en el área de la bahía de Cárdenas.
“Hay algunos sobre los que se trabajó antes de que generara consecuencias, como un tanque de combustible en el área de la antigua fábrica de Torula del municipio Martí, donde se logró manejar de manera adecuada un pasivo ambiental que ponía en riesgo la estabilidad de la comunidad. Aunque aún quedan muchos por la provincia, existe un programa encaminado y un interés de los gobiernos locales de disminuir los niveles de peligrosidad y de vulnerabilidad que tienen”.
-Manejo de desechos sólidos ¿un problema sin solución?
-“Uno de los problemas más graves que enfrenta la sociedad hoy a nivel global, y que se ha agravado en la provincia en los últimos tiempos, es la contaminación por residuos sólidos. Proliferan en muchos lugares microvertederos, acompañados de sistemas de tratamiento y recolección deficientes, muchas veces ocasionados por falta de recursos económicos, de infraestructura tecnológica, y otras, propiciados por la indisciplina social.
“Desde el CITMA, y con el apoyo de investigadores de la Universidad de Matanzas, trabajadores de materias primas y de la propia dirección de los servicios comunales de los municipios, intencionamos el desarrollo de un proyecto de investigación encaminado a buscar una mejor solución para el manejo de los residuos sólidos. No solo se trata de tener camiones, personal y combustible para recoger, sino de optimizar los recursos.
-Además de lo referente a las bahías ¿qué otras acciones concretas han mejorado el ambiente de la provincia en los últimos años?
-“La restauración de la playa de Varadero, la reintroducción del cocodrilo al norte de la Ciénaga, y los problemas de manejo de drenajes pluviales, en varios lugares, son acciones muy significativas de carácter ambiental.
“El norte de la provincia contiene áreas de corales que han sido muy utilizadas con fines turísticos. La empresa de Flora y Fauna de Matanzas, en la zona del faro de Maya, tiene un proyecto asociado a la restauración de los corales, que es más silencioso, por decirlo de alguna manera, pero está obteniendo resultados.
“También sobresalen la aplicación de los principios del manejo sostenible de tierra asociados al uso de abonos orgánicos, como el humus de lombriz; y el desarrollo de la agricultura agroecológica, que beneficia al suelo y a las producciones. Matanzas tiene más de 25 000 hectáreas donde se aplican todos los años medidas de mejoramiento del suelo encaminadas a mejorar su productividad y eficiencia.
“Asímismo, destacan el índice de boscosidad (casi el 40% de la superficie de la provincia está cubierta por bosques) y el aumento de áreas protegidas bajo algunas de las categorías de manejo (el 56.34% del área matancera está protegida: reservas de vida silvestre, parques nacionales, áreas protegidas, elementos naturales destacados, reservas ecológicas y paisajes naturales protegidos)”.
-La economía matancera depende en gran medida del ecosistema playa Varadero ¿qué estrategias están definidas con respecto a la península de Hicacos desde el punto de vista medioambiental?
-“Aunque la erosión no se detiene por el aumento del nivel medio del mar, existe un proceso de control de la erosión que hemos manejado desde los últimos 20 o 30 años, a partir de todos los programas de demoliciones y reconstrucción del ecosistema de las dunas.
“Más de 100 instalaciones sobre la duna se han demolido en su momento y eso ha permitido la restauración de más de 2.3 km de dunas (de los 22 km), sobre todo en el área Varadero histórico. Se han vertido más de 3 ooo ooo de metros cúbicos de arena, desde 1987. Estaba previsto que la playa perdería alrededor de 1,3 m de área de sol cada 12 meses y eso se ha controlado, lo que ha favorecido para que el balneario refleje su mejor estado físico de los últimos 100 años.
“Las construcciones hoy se hacen sobre una cuota superior a los dos metros, lo que garantiza que los aumentos del nivel del mar no pongan en riesgo, en el mediano plazo, a estas construcciones. Mientras que el 100% de las aguas albañales generadas de los residuales domésticos en la península de Hicacos se procesan en plantas de tratamiento, donde la mayoría posee un sistema de tratamiento terciario, o sea, que permiten un reuso del agua.
“Está previsto que para 2030 todas las aguas generadas en Varadero puedan ser reutilizables, al tiempo que fomentamos la recolección de lluvia para su posterior utilización. Se trabaja en la implementación de sistemas automáticos en el control del uso del agua y de la energía eléctrica, y la aplicación del programa de certificación de las gestiones de la energía a partir de las normas ISO, para garantizar eficiencia en su uso. Entre las predicciones está, además, que en los próximos tres años al menos exista un sector completo (Los Taínos) que tenga certificado todo su sistema; estos elementos requiere de mucha inversión y acciones de mantenimiento, pero se trabaja con seriedad en ese sentido.
“Hay una comprensión de lo que representan la playa y demás recursos naturales para el desarrollo del propio turismo y dicho sector actúa con responsabilidad en la buena gestión de la playa, a tal punto que en los últimos cinco años Varadero ha clasificado entre las 10 mejores playas del mundo”.
-Igualmente importante en la provincia resulta la Ciénaga de Zapata ¿Cómo evalúa la salud del mayor humedal del país? ¿Existen especies endémicas o ecosistemas en riesgo?
-“La salud del gran humedal del sur, si le tuviéramos que dar una categoría, diríamos que está bien. Se han logrado resultados en el manejo de especies endémicas, procesos de reforestación y de control de los incendios, y de vigilancia y protección de la flora y fauna, tanto terrestre como marina. Existe un combate constante contra las ilegalidades que se cometen contra las especies que habitan en la zona.
“El planeta enfrenta un proceso de cambio climático, y la elevación del nivel medio del mar pone en riesgo, por ejemplo, el hábitat del cocodrilo, un símbolo no solo de la Ciénaga, sino de la provincia. En la medida en que se inundan las zonas del sur y la salinidad empieza a penetrar, el cocodrilo necesita desplazarse hacia el norte. Hoy, se ha organizado un proyecto de manejo y reintroducción del reptil en áreas más al norte de las que habitualmente ha estado, desplazando así importantes poblaciones y garantizando su supervivencia.
“Otro elemento importante en el que se trabaja tiene que ver con la vida del ecosistema y los procesos de restauración de los drenajes naturales de la Ciénaga de Zapata”.
Para patentizar su compromiso con el entorno y fomentar iniciativas ambientalistas, cada junio, tomando como pretexto el Día Mundial del Medio Ambiente, se premian proyectos innovadores y conservacionistas en la provincia, entidades que buscan estar en armonía con la vida natural y a jóvenes a quienes preservar el mundo que les rodea les motiva en demasía.
El objetivo es mantener vital cada uno de los tesoros naturales que resguarda Matanzas: desde sus bahías, icónicas cuevas de Bellamar, ríos, lagunas, extensas zonas boscosas hasta sus suculentas y seductoras especies como cocodrilos, manjuaríes y cotorras.
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