Baja autoestima en adolescentes, un asunto a no obviar

Baja autoestima en adolescentes, un asunto a no obviar
Baja autoestima en adolescentes, un asunto a no obviar

Laurita es una adolescente tímida, de pocas palabras, de las que se refugia en libros y, paradójicamente, se desvive por los números. Basta ver su nariz aguileña, ojos azulosos y estatura por encima de la media, para percatarse de que, además de sus aptitudes académicas, tiene potencial para ser modelo. Sin embargo, frente a su espejo, ella se ve fea. Todo porque, a su entender, le faltan muchas libras al peso ideal.

Al otro lado de la ciudad vive Carlos, otro galán de telenovela, pero que debe esperar unos años para operar su miopía. Mientras, los espejuelos le generan tantos complejos, que a veces prefiere no usarlos y sortear los obstáculos visualizados “bultos”, y enfrentar regaños por apenas copiar clases.

A veces, menospreciados y poco atendidos, los problemas de autoestima en niños, adolescentes y jóvenes no son tan ingenuos e insignificantes como parecen.

Algo tan sencillo como la percepción que tenemos de nosotros mismos, desempeña un papel fundamental en la motivación y logros de los niños en edad escolar, e influye en el modo en que se desenvuelvan e inserten en la sociedad, su manera de comportarse en las redes sociales y su capacidad para manejar y recuperarse de contratiempos.

En la adolescencia, la autoestima está relacionada con la buena aceptación social, ya que, según especialistas, el desarrollo de la identidad contribuye a este proceso adaptativo.

Baja autoestima en adolescentes, un asunto a no obviar

La depresión vinculada con una baja valoración de tu realidad y potencial, el desaprobarte tú mismo y sentir que no encajas en el entorno que te rodea, conduce a flaquear y ser presa fácil de las burlas de otros, las cuales casi siempre encuentran diana en los más introvertidos.

Las redes sociales en disímiles ocasiones se prestan como escenario perfecto para camuflajear repudios, críticas destructivas y abusos contra similares, que pueden llegar a lacerar tanto al individuo hasta llevarlo a conductas extremas como el suicidio o la toma de represalias.

Naciones como Estados Unidos evidencian con frecuencia una de las caras más dolorosas de la baja autoestima y el bullying: la violencia. Entre los múltiples ejemplos se encuentran los disparos en centros docentes a otros estudiantes y profesores, provocando heridas e incluso la muerte, debido a burlas, menosprecios y depresiones sufridas en ese grupo etario.

En nuestro país no existen los tiroteos en escuelas, pero sí los intentos de suicidio, actitudes que disparan las alarmas. Según estadísticas del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, en los primeros ocho meses de 2024 se registraron en la provincia de Matanzas un centenar de intentos de suicidio, en edades que oscilaban entre los 10 y 18 años, con un mayor predominio en el sexo masculino. Si bien las causales pueden ser muchas, ciertamente, los estados de ánimo y la forma en que se visualizan los adolescentes inciden.

Baja autoestima en adolescentes, un asunto a no obviar

Una autoestima saludable facilita las relaciones equilibradas y puede actuar como amortiguador frente a las adversidades de la vida. Por ello es tan importante trabajar en la aceptación y el amor propio de nuestros adolescentes, para ayudarlos a insertarse mejor en el medio social, a aumentar sus rendimientos y a sentirse más felices y a gusto con sus logros.

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