Gerardo «Sile» Junco: una Leyenda viva del béisbol matancero

Gerardo "Sile" Junco: una Leyenda viva del béisbol matancero

Cuando se habla de béisbol en Matanzas, no se puede dejar de mencionar el nombre de Sile, el mánager más ganador de esta provincia con dos títulos en series nacionales, un tercer lugar en selectivas y 12 series provinciales de manera consecutiva, con su municipio Limonar. 

Nacido el 20 de mayo de 1940, Gerardo Junco comenzó a prac­ticar el béisbol a la temprana edad de nueve años, gracias al apoyo de su mamá. Alega que con 12 ya dirigía un equipo en el cual los jugadores eran mayores que él. 

Además del béisbol, a Sile lo apasionó el boxeo, y entre risas recuerda una vez que se escapó de su casa para asistir a un tope en San Miguel de los Baños, allí recibió un golpe en la quijada y más nunca siguió en el boxeo, concentrándose así en su única pasión, el deporte de las bolas y los strikes. 

Llega el año 1988 y es seleccionado para dirigir a los Henequeneros, dando inicio a su etapa como director en series nacionales. 

“Primero me propusieron dirigir a Las Villas, no acepté, me quedé aquí en Matanzas a esperar que me llamaran”. 

Al darse esta noticia, Sile no fue visto como un mánager ganador, dado a que muy pocos sabían de sus resultados en las series provinciales. “Recuerdo la primera vez que me reuní con los muchachos, les dije que yo no venía a hacer un buen papel, yo venía a ganar ”. 

Fue así como sorprendió durante la edición 28 de nuestras series nacionales, al ganar 36 y perder solo 12 encuentros, para un impresionante promedio de 750, solo superado por los Leones de Industriales, quienes ganaron 38; esto le valió para un merecido tercer lugar. 

Sile asegura haberse sentido muy emocionado tras ganar en 1990 contra la apla­nadora santiaguera, así co­mo a los Toros de Camagüey en 1991. “Hice campeón a He­nequeneros con jugadores en su mayoría del campo, y eso es lo que me llena de orgullo”. 

De su etapa como director de los Orinegros, nos cuenta uno de los momentos que nunca olvida, cuando pasaba un curso en La Habana y dijo que le iba a ganar la subserie a los capitalinos, triun­fó en el doble juego en el La­t­i­noamericano y dividió en el Victoria de Girón, para llevarse el compromiso 3-1. 

“El último juego estábamos abajo por varias carreras, y remontamos en el noveno para dejarlos tendido al campo. Fue una locura el estadio ese día”. 

En 1992, luego de caer en cinco juegos en la final contra Industriales, se extinguen los Henequeneros y Citricultores para dar paso a los Cocodrilos de Matanzas, esta decisión afectó men­­talmente al experimentado mánager, quien declaró sentirse muy triste y decepcionado.  

No obstante, reaparece en 2001 para dirigir a los yumurinos por dos años, en los cuales ganó más juegos de los que perdió, pero no fue suficiente para clasificar a la siguiente ronda. 

Gerardo "Sile" Junco: una Leyenda viva del béisbol matancero

“Llegué a la dirección del equipo de Matanzas y todo era muy distinto, ya la calidad del béisbol no era la misma, los jugadores que había, estaban lejos de ser aquellos que dirigí en los 90; sin embargo, jugaron bonito a la pelota bajo mi tutela”. 

Gerardo, luego de haber ter­minado su carrera como mánager en series nacionales, se dedicó a preparar a los jóvenes, y construir su humilde casa en la calle Real, de Limonar, donde es muy conocido. Su nieto Yosiel Quin­tana Junco, de 26 años, es figura clave dentro de la nómina del municipio en la actual serie pro­vincial. 

“Me llena de satisfacción que hoy en día vienen las personas a mi casa para recibir consejos y que les cuente anéc­­dotas; esto demuestra el aprecio que me tienen”. 

Fue director del Inder en dicho municipio durante varios años, agradece a Valentín Padrón, primer secretario del Partido municipal por la ayuda brindada desde este cargo.  

Han pasado 29 años desde aquella victoria de 10-1 sobre Camagüey, para que un equipo representativo de esta provincia volviera alzar el trofeo, casualmente contra el mismo conjunto y el estadio en que lo habían hecho los Henequeneros de Sile en 1991. 

“Estuve presente en el Victoria de Girón en esa final, volver a sentir esa vibra fue algo único, ver pelear por el título a los muchachos, bajo el mando de mi amigo y preparador físico Armando Ferrer es algo que recuerdo con mucho cariño”. 

El actual mánager de los Cocodrilos de Matanzas tuvo un gran gesto de agradecimiento con Junco, en pleno recibimiento por la corona alcanzada en 2020, fue  hasta Limonar y le puso la medalla en el pecho, a lo que Sile aseguró que fue uno de los momentos más lindos del deporte, él le prometió regresar de Camagüey con el título y lo logró. 

“Es el orgullo que uno sien­te de saber que hizo las cosas bien, fue muy emotivo, medalla que conservo con mucho placer, me acuerdo que él vino aquí antes de em­pezar la semifinal contra Las Tunas y antes de partir hacía Camagüey para el sexto juego de la final bus­cando mi consejo, le tengo gran aprecio a Ferrer, orgulloso de que me tenga en cuenta y le haya dado otro título a la provincia que tanto lo merecía”. 

Entre las personalidades más cercanas a él, se encuentra el exnarrador y comentarista deportivo de nuestra provincia Francisco Soriano, “Soriano fue una gran persona para mí, cuando dirigí al Cuba B en Barcelona 92 el se encontraba ahí, salíamos juntos, hablábamos de béisbol, de la familia etc, fueron buenos  momentos los compartidos con Pan­cho”.  

El maestro de la narración deportiva declaró: “Sile fue y es un hombre de béisbol, subestimado desde el inicio, pero supo imponer el respeto y la disciplina que le hacía falta a ese equipo, desde su llegada yo vi un conjunto totalmente distinto, aguerrido y luchador que nunca se daba por vencido, todo esto gracias a él, que no por gusto está en el Salón de la Fama del béisbol cubano, gran amigo en lo personal”. 

Muchos son los aficionados agradecidos por su labor, quien se siente contento y satisfecho cada vez que lo entrevistan o van estudiosos del béisbol a tomar sus enseñanzas. 

El exestratega considera que lo fundamental para dirigir el béisbol, en cualquiera de los niveles, es la disciplina y el interés que se le ponga, solo así se logran buenos resultados.  

En términos generales, Gerardo “Sile” Junco obtuvo 415 victorias con 364 derrotas en su paso por series nacionales, superligas, y se­lec­ti­vas, con balance de 15-13 en postemporada. Por méritos propios fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol matancero en 2017. (Diego Armando Riera Pérez, estudiante de Periodismo)

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