Reseña literaria: Cuestionando la moral
“El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos”. En esta despiadada historia, tan brutal como sutil, tan alegórica como realista, Bazterrica inspira, con el poder explosivo de la ficción a la vez que plantea debates de suma actualidad.
“La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana”. El canibalismo permite comprar a estos seres para comerlos o, incluso, criarlos para su ingesta. Sin embargo, está absolutamente prohibido relacionarse con ellos de cualquier otra manera. Marcos Tejo, protagonista de esta obra, es el encargado general del frigorífico Krieg, separado de su esposa y a cargo de su padre, deberá tomar decisiones a veces incluso de su propia moral.
Cadáver exquisito fue escrito por Agustina Bazterrica y publicado en el 2017 marcando un precedente en el género. No hay eufemismos en Cadáver exquisito. Toda él está relatado con un lenguaje punzante que ahonda en todos los planos. Si es intolerable que matemos seres humanos para comerlos, ¿por qué está culturalmente aceptado que los animales deban soportar torturas y abusos que para que nos alimentemos? La interrogante, está presente todo el tiempo entre líneas, aunque no se plantea de manera explícita.
Es un libro excesivamente gráfico que remueve lo que tiene que remover. Todas esas descripciones son tolerables porque la autora administra con sabiduría la información, que se centra en el protagonista y sus circunstancias. Marcos Tejo, con sus dolores, inseguridades, fantasías, realismo, sueños y racionalidad, aporta la cuota imprescindible de humanismo para equilibrar esta cautivante distopía que invita a descender a un infierno en donde se enfrentan las angustias con los deseos y, sobre todo, con un irreprimible instinto de supervivencia.
Un volumen fascinante que nos sumerge en un mundo oscuro y enigmático, donde la vida y la moral se entrelazan de manera inquietante. Esta obra maestra literaria ha cautivado a críticos y lectores por igual con su originalidad y desafiando las convenciones literarias. Con una trama intrigante, un estilo único y una atmósfera sombría, este libro es una experiencia literaria imprescindible para los amantes de las distopías en su forma más cruda.
Frases del volumen:
“Nadie puede llamarlos humanos, porque sería darles entidad, los llaman producto, carne, o alimento. Menos él, que quisiera no tener que llamarlos por ningún nombre”.
“Hay palabras que son convenientes, higiénicas. Legales”.
“Su padre es una persona íntegra, por eso está demente”.
“No entiendo por qué nos parece atractiva la sonrisa de una persona. Con la sonrisa uno está mostrando el esqueleto”.
“No todos son abuelos, ni lo serán. Sólo son viejos, gente que vivió muchos años y, quizás, ese sea su único logro”.
“El cree que a ella nunca le interesó la maternidad, que los tuvo porque tener hijos es uno de los proyectos que forman parte del desarrollo natural de la vida, de la misma manera que hacer la fiesta de quince, casarse, remodelar la casa y comer carne”.
“Llamar a los hijos con el nombre de los padres es quitarles identidad, recordarles a quién pertenecen”.
“El gobierno ¿qué?, ¿le vas a creer algo a esa manga de corruptos chupasangre hijos de una gran puta que son los gobernantes?”
Sobre la autora:
Agustina Bazterrica es una escritora nacida en Buenos Aires en 1974. Es licenciada en Artes (UBA). En 2013 publicó la novela Matar a la niña y en 2016, el libro de cuentos Antes del encuentro feroz. Es gestora, curadora cultural, y además organiza talleres de lectura.
Su segunda novela, Cadáver exquisito, ganó la vigésima edición del premio Clarín, en el mismo año de su publicación y, en 2021, el Premio «Ladies of Horror Fiction» a la mejor novela, siendo la única obra finalista que no había sido escrita originalmente en lengua inglesa.
(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)