Muchas ciudades dentro de una ciudad: David López
Cada ciudad posee su propio halo místico. Tal vez ello suceda porque las historias que la crearon —porque sepa usted que una urbe la conforman argamasa, ladrillos y relatos— se transforman en un aura, en un inconsciente colectivo. A veces la podemos rozar. Podemos acceder a lo real-maravilloso matancero cuando lo necesitamos; en el momento en que queremos creer que algo nos trasciende, que podemos a través de la belleza vencer al olvido y a la muerte.
David, mediante sus fotografías, persigue esta mística. Engarza sus imágenes con viejas creencias y metáforas que aun apegadas a la realidad la superan y nos regalan un extra del mundo: desde una Ermita de Monserrate con un cielo con semejanza a la aurora boreal en medio del Caribe, o una montaña que parece navegar en medio de un mar de niebla que tal vez recuerde a los primeros aborígenes al llegar a nuestra bahía sin saber muy bien a dónde arribaban.