La Oficina Técnica del Ozono anunció el inicio hoy en la provincia de Matanzas de un inventario sobre los gases refrigerantes, conocidos por clorofluorocarbonos (CFC), utilizados en la industria de la refrigeración y los aerosoles, capaces de destruir las moléculas de ozono en la estratosfera.
El registro en cuestión será en coordinación con la la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), informó la institución a la Agencia Cubana de Noticias.
Añadió que con posterioridad y de manera sucesiva, sus dúos de especialistas harán algo parecido en Mayabeque, La Habana e Isla de la juventud, pues con anterioridad su llamado levantamiento comenzó por Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spítirus, Villa Clara y Cienfuegos.
Incluyó los equipos usados en Cuba para continuar la contribución a la protección de la capa de ozono y a fin de alcanzar un mayor impacto es necesario conocer la representación nacional de dispositivos y sustancias contenidas en la refrigeración y el acondicionamiento de aire.
También persigue el propósito de lograr una estrategia de reducción de tales elementos y posibilitar la entrada al país de tecnologías amigables al medio ambiente y una aceptada eficiencia energética.
Con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, hubo acciones parecidas en 2010, 2017 y 2019.
Desde 1987, el protocolo de Montreal promueve la protección de la capa de ozono con la eliminación de los CFC, sustancias derivadas de los hidrocarburos saturados, y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), compuestos formados por átomos de hidrógeno, flúor, y carbono.
A partir de la firma de la Enmienda de Kigali por Cuba en 2019, existe la voluntad de que deben cumplirse todos los compromisos para la reducción de los hidrofluorocarbonos (HFC), gases sintéticos, hasta 2045, toda vez que provocan un fuerte impacto en el calentamiento atmosférico.