Él apenas lograba conectar con el mundo. En su burbuja azul flotaba dentro de un entorno que le espantaba y del que prefería mantenerse distante. Hasta que un día llegó a Tocororo y su vida cambió.
Desde hace cerca de dos años el proyecto sociocultural matancero, con nombre del ave nacional de Cuba, usa como herramientas a las artes para dar verdaderas muestras de inclusión y dedicación hacia los infantes.
Tocororo se ha vuelto espacio para distracción y crecimiento, refugio y esperanza de una veintena de niños de todas las edades. Da igual si existen discapacidades auditivas, visuales o intelectuales, porque allí todos tienen un lugar.
Hasta la Casa de Cultura Bonifacio Byrne, de Matanzas, llegan cada semana sus miembros que encuentran aliados en la música, las artes plásticas, el baile y el teatro; tienen a los preceptos martianos como guía y al amor convertido en bandera.
En la institución, además de arte, se enseña a superar las barreras del lenguaje y la comunicación, a educar en valores, a vencer la timidez y los miedos, a creer en lo poderosos que pueden ser los sueños.
El exitoso proyecto, fruto del empeño de Yurién González Alonso, graduado de licenciatura en Estudios Socioculturales y quien por muchos años fuese bombero, halla respaldo en un consolidado equipo de trabajo.
La especialista en Educación Especial, Karelis Carrazana Betancourt, y la Doctora en Ciencias Pedagógicas y profesora adjunta de la Universidad de Matanzas, Daisy Ríos Moreno, son también puntales que sostienen a Tocororo, junto a la familia, que deviene horcón fundamental.
Lo que nació dentro de las artes, y ya ha dado vida a festivales inclusivos de canto y danza dentro del municipio, también goza de una extensión deportiva, transformada en excelente espacio para socializar, conectar y crecer.
“El Proyecto Sociocultural Tocororo y su rol en la atención a la diversidad”, fue galardonado con el primer lugar y la categoría de “relevante” en la reciente edición provincial del Fórum Científico del sector de la Cultura, lo que valida los esfuerzos y la tenacidad de quienes no se detienen ante muros y demuestran que un mundo mejor y más inclusivo sí es posible.
Excelente publicación dedicada a este proyecto tan bello y lleno de amor para dar y multiplicar siempre.