A más de 90 años de haberse construido el emblemático parque René Fraga Moreno en la ciudad de Matanzas, sus muros de piedras tatuados por los graffitis del tiempo piden, desesperados, atención.
Pocos recuerdan la última vez que una bombilla iluminó sus grandes y espaciosas áreas de juego. Además, varios de sus bancos ya no están, las instalaciones se han deteriorado y se vierten residuos en sus contornos. Cuando llega la noche, la oscuridad allí es total, peligrosa.
Mientras más rápido se comiencen las labores de reparación, más se podrán conservar los valores patrimoniales de un parque que, probablemente, sea el que más necesita el ciudadano matancero por su múltiple valor de uso. (Texto y fotos: Julio César García)
En un tiempo reciente se comenzó su reparación e inexplicablemente, se detuvo y comenzó de nuevo su destrucción.
Es mi criterio que no es solo repararlo, sino buscar una administración que lo haga funcional y sostenible, podría ser un proyecto comunitario o un proyecto to de de desarrollo local.
Existen dos áreas bien definidas, la deportiva y la recreativa más arriba, la deportiva se puede convertir en un club, sin temor a cobrar un precio asequible para conservar las áreas, hacer taquilla, gimnasio, etc.
La recreativa en ciertos horarios puede brindar diferentes servicios culturales que ingresen dinero para el mantenimiento y el equipamiento.
No se debe temer a cercar las áreas, es parte de la seguridad y conservación, en la Habana existen instalaciones similares.
Estos son solo ideas, gracias por las fotos.