La decisión de Rusia y Cuba de fortalecer los lazos de amistad y colaboración, tal y como manifestara el presidente Vladímir Putin, cuando se refirió a las bases sólidas creadas por Fidel y los líderes de la ex Unión Soviética, constituye el mayor aliciente en momentos en que ambas naciones se enfrentan a recrudecidas sanciones económicas y comerciales por parte de Estados Unidos y algunos de sus aliados.
En noviembre de 2022, cuando quedaba inaugurado un monumento en honor a Fidel en una plaza de Moscú, el mandatario ruso y su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, hacían votos por continuar desarrollando las relaciones.
Putin calificó la escultura del Comandante en Jefe, como una verdadera obra de arte con «la imagen de un luchador» mirando a lo lejos, al futuro, que hoy es presente.
Por su parte, el Presidente cubano afirmó que en la escultura «se refleja la personalidad de Fidel en la lucha», como en la que nos encontramos hoy.
Al pasar revista a los 122 años en que Cuba y Rusia establecieron sus primeros vínculos bilaterales, se constata la fortaleza de una asociación estratégica en diferentes áreas de importancia para uno y otro país.
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Es notorio el apoyo del Gobierno y el pueblo rusos en la actualidad, en proyectos de desarrollo en diversos sectores de la economía cubana, como el energético, el transporte, el turismo y la biotecnología, entre otros.
En tanto, Cuba se opone enérgicamente a la aplicación de sanciones contra la Federación de Rusia en todos los foros internacionales, y rechaza la hipocresía, el doble rasero y la agresividad manifiesta de las acciones y el discurso de la OTAN al respecto.
Vale recordar que la historia de cooperación y unión que existe entre ambos países fue definida en el año 2018 por el mandatario ruso, Vladímir Putin, quien aseguró que «nuestros pueblos están tradicionalmente unidos por lazos de amistad, afecto, respeto mutuo y apoyo solidario».
Durante una visita a Moscú, en el propio año 2018, Díaz-Canel aseguró que «Rusia es un país entrañable, un pueblo hermano cuyas relaciones datan de muchos años».
Se trata de una amistad a prueba del tiempo y cargada de muchos simbolismos, que consolidó sus mayores fortalezas a partir del triunfo de la Revolución Cubana.