En medio de un público, sin dudas amante de su música, y con la premisa de celebrar el amor, tuvo lugar en la noche de este sábado un singular concierto del trovador cardenense Tony Ávila.
Durante poco más de dos horas, temas como Del amor y otros demonios, Títere, Solo para dos y Las nubes se escucharon en el espacio Jardín de Pelusín, que acoge nuevamente a artistas de la trova cubana. No faltaron títulos como Balsero, Timbiriche, Científicamente negro o Mi casa, canciones de obligada referencia en su obra, marcada por un profundo carácter social.
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“Es un placer compartir nuevamente con él público matancero, por eso tenemos la intención de hacer de este un espacio fijo”, expresó el autor de La choza de Chacho y Chica y Tiene que haber de to’.
La intención, explicó, es retomar “Tony a la carta” un proyecto que acompañó al artista en sus inicios como músico en la Ciudad de Cárdenas, en el que la interacción con el público y la presencia de invitados como “plato fuerte” conforman la dinámica de cada peña.
Tony Ávila se despidió entre aplausos, tras una noche de lujo y de homenajes a la música cubana, una selección que además de acompañar el amor, permitió recorrer y disfrutar de su ya amplia obra musical.