Comienza un nuevo año y el deporte cubano se prepara para enfrentar los eventos que se avecinan con la mira puesta en alcanzar el mayor rendimiento posible en medio de una situación económica compleja.
El voleibol masculino está entre las disciplinas que mayores expectativas despiertan, pues siendo el deporte colectivo de mejor resultado en los pasados Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, su clasificación a los Juegos Olímpicos del próximo verano es la meta que muchos esperan.
Hay que recordar que, al no obtener el cupo a la cita multideportiva de París 2024 en el Preolímpico celebrado el pasado año, solo resta la posibilidad de acceder mediante el ranking mundial que cerrará después de la etapa clasificatoria de la Volleyball Nations League (VNL).
En la primera semana de ese evento que tiene como sede la ciudad de Río de Janeiro en Brasil, Cuba se enfrentará del 21 al 26 de mayo a los equipos de Japón, Alemania, Brasil e Irán, mientras que en la segunda fecha, del 4 al 9 de junio, tendrán como rivales en Ottawa, Canadá, a Italia, Francia, Países Bajos y el país sede.
En la tercera semana de competencias de la Liga de Naciones con sede en Eslovenia, los nuestros se verán las caras con Bulgaria, Serbia, Polonia y el país anfitrión. “Los siete mejores equipos de cada género avanzarán a las finales de la VNL, así como los países anfitriones”, informó la web oficial del evento.
De estos equipos ya poseen pasaje a París 2024 los clasificados en los torneos preolímpicos celebrados este año: Alemania, Brasil, Estados Unidos, Japón, Polonia y Canadá, además de Francia por su condición de sede.
Todos aparecen entre los 12 primeros del ranking mundial, según el sitio web de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB). Encabezan el pelotón Polonia (421.12 puntos), Estados Unidos (390.91) e Italia (342.43); a continuación se posicionan Japón (340.30), Brasil (338.17), Argentina (314.35), Eslovenia (307.12), Francia (306.80), Serbia (253.22), Alemania (249.10), Cuba (236.96) y Canadá (222.17).
La pelea de los cubanos se librará directamente con el equipo de Serbia, quienes ocupan la última plaza olímpica por ranking hasta este momento y del que nos separan 16.26 puntos en el listado universal de la FIVB.
Aunque no solo dependerá del juego ante ese conjunto europeo, pues para mantenerse con posibilidades dentro de la difícil pugna por el boleto tendrán que sacar victorias y resultados positivos ante los rivales de la élite mundial.
En el camino hacia el cumplimiento de ese objetivo es muy importante limar algunas deficiencias que fueron evidentes durante la última competencia, demasiados errores no forzados que cuantificaban prácticamente para un set en varios partidos.
Para que se tenga una idea, en la cita multideportiva de Santiago de Chile las estadísticas del último partido, efectuado en la Arena Parque O’Higgins, reflejan que el equipo cubano cometió 25 errores no forzados, además de ser inferior en el porcentaje de recepción (84 por 87) y en bloqueos (9 por 16).
No obstante, fue un inesperado cuarto lugar para este conjunto cubano en el cual no se depositaron muchas esperanzas, pues apenas pudieron entrenar juntos, aclimatarse y, para completar las dificultades, faltaron varios jugadores que se desempeñan en ligas foráneas y que redondeaban un sexteto de lujo sobre el tabloncillo.
El posible regreso a las filas de las cuatro letras de Robertlandy Simón es uno de los elementos que puede dar un giro a los destinos de la selección, así como el estado de forma que exhibe José Miguel Gutiérrez y la experiencia de Osniel Melgarejo.
Esto, unido al buen desempeño del matancero Alejandro Miguel González, recién estrenado en el Cuba de la primera categoría, va a brindar amplias posibilidades y un agradable dolor de cabeza al cuerpo técnico a la hora de definir sus atacadores.
Nombres como los de Miguel Ángel López, Jesús Herrera y Marlon Yant son esenciales en ese acápite y en el centro se uniría el yumurino Roamy Alonso, mientras el área de los pasadores sigue siendo el talón de Aquiles por la inestabilidad y los errores que se cometen todavía a ese nivel.
Esperemos entonces que la tropa de Jesús Cruz pueda por fin brindar un espectáculo a la altura de lo que son capaces de hacer y demostrar que las contrataciones en el exterior son el camino hacia la recuperación de Cuba en deportes históricos.