Desorientados y tendidos en el campo quedaron los Cocodrilos en el cuarto partido de la semifinal ante los Leñadores con marcador de 4 carreras por 3.
Un pésimo cierre de Armando Dueñas en el noveno inning dio al traste con la victoria que ya tenían entre las manos los yumurinos y que fue bien peleada por Renner Rivero durante la primera mitad del choque.
Confieso que ya tenía la nota preparada, como casi siempre, esperando el puro trámite de las postrimerías; pero los actuales monarcas del campeonato nacional no se iban a dejar ganar tan fácil, y mucho menos por la mínima.
Aprovecharon el titubeo en el montículo y condenaron a los rojos a poner la cabeza gacha y los pasos lentos de la retirada, porque sí, los errores que cuestan partidos se pagan con la decepción.
Nadie pretende que todo se gane o sea perfecto, pero conocer a los rivales y sus manías ofensivas en la segunda mitad, es lo mínimo que se debe hacer para lograr la victoria.
Frente a las Tunas, en el noveno, por la mínima, no puedes permitirte dejar a un lanzador embasar al primer hombre en turno.
Mañana será otro día, esperemos que también otros rostros. Por lo pronto los del Balcón del Oriente Cubano están de lleno en la pelea por el boleto a la final.
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