El misterioso caso de Styles es la primera novela de ficción detectivesca de la autora británica Agatha Christie, escrita a mediados de la Primera Guerra Mundial en 1916, y publicada por primera vez por John Lane en los Estados Unidos en octubre de 1920. En este libro aparecen tres de sus más relevantes personaje: el detective belga Poirot; Hastings, su fiel amigo y ayudante; y el inspector Japp.
La novela se sitúa en una casa de campo en Essex, Inglaterra, donde la rica propietaria de la mansión Styles es encontrada muerta en su cama, aparentemente víctima de un ataque cardíaco. Las puertas del cuarto estaban cerradas por dentro y todo indicaba una muerte natural. Pero el médico de la familia levanta una sospecha: asesinato por envenenamiento. Todos los huéspedes de la vieja mansión tenían motivos para matar a la viuda y ninguno de ellos poseía una coartada satisfactoria.
Para solucionar el crimen entra en acción el famoso detective Hércules Poirot y se encuentra frente a frente con la avaricia, los celos, las tensiones y la ambición de una familia que aspira a heredar una fortuna en dinero y propiedades. Un marido infiel, su jovencísima amante, unos hijastros envidiosos, un extraño toxicólogo alemán; todos parecen sospechosos aunque sólo uno de ellos puede ser el asesino. Poirot deberá usar todas sus armas para llegar al fondo de su primer caso literario.
La historia comienza con una narración en primera persona en la que Hastings, amigo del detective, cuenta en el presente y en primera persona lo que sucedió en El caso de Styles. La caracterización de los personajes es indirecta, pues la mayoría de lo que podemos saber sobre ellos es debido a las investigaciones realizadas por Hércules Poirot y las conversaciones que este mantiene con Hastings. La historia se divide en 13 capítulos y todos ellos cuentan con una longitud moderada, lo cual consigue que un libro que es corto de por sí agilice más su lectura.
No es un relato en el que se empatice con los personajes, ya que se centra más en la investigación. A medida que se avanza en las páginas van saliendo más pistas a la luz, más sospechosos y se van descartando otros. No es hasta pasados los tres cuartos de la historia cuando se encuentra la pista definitiva que consigue resolver el caso; y a modo de exposición final, para que el lector ate cabos, el detective cuenta a los personajes presentes de la historia punto por punto qué sucedió y qué pistas siguió.
Poirot, en conjunto con Sherlock Holmes, es uno de los detectives más famosos de toda Inglaterra. Es el protagonista de un total de 33 novelas y 50 relatos cortos publicados entre 1920 y 1975. De nuestro querido detective solo tenemos la seguridad de que es belga, pero de su pasado no se sabe casi nada, ya que el mismo manipulaba y cambiaba constantemente su historia personal, con el fin de conseguir información relevante para un caso.
La autora contó que se inspiró en los refugiados belgas que conoció durante la guerra para darle vida a este personaje. Las preguntas tan raras que hace, sus acciones, su manera de enfocar la investigación, simplemente resultan fascinantes. Se le describe como un sujeto de estatura baja, con bigote perfectamente cuidado, cabeza en forma de huevo y siempre con un traje elegante y ni una mota de polvo en él o en sus zapatos. Un maniático del orden y el método. Sus técnicas quizá sean poco ortodoxas, se basan más en presentimientos que en pruebas.
Durante un período su creadora consideró que Poirot era un personaje demasiado detestable y egocéntrico, y sin embargo siguió escribiendo sus novelas porque el público lo amaba. La primera aparición de Poirot fue en El misterioso caso de Styles, publicado en 1920, y su última aparición fue en Telón, publicado en 1975, un año antes de la muerte de Agatha.
Para ser su primera novela está muy bien planteada, con reproducciones de los típicos mapas de habitaciones y fragmentos escritos a mano que contribuyen a presentar un misterio más completo. La narrativa de Christie es muy buena, te atrapa gracias a su pluma e intriga. Maneja bien los tiempos dando la información justa para que el lector no pueda averiguar demasiado en cada capítulo ni se quede con la sensación de que no están contándole nada nuevo.
Un libro entretenido y corto, con un misterio que se resuelve de forma curiosa e inesperada, en un espacio reducido donde todos sospechan de todos, con una familia repleta de gente que tiene algo que sacar si la víctima muere. A pesar de esto, no presenta una marcada diferencia en comparación a otros libros de la autora, pues está bien para comenzar a leerla, aunque se debe tener en cuenta la progresión en su larga carrera literaria.
Frases de la novela
“A veces estoy seguro de que él está loco como un sombrerero y luego, justo cuando está en su momento más loco, me parece que hay un método en su locura”.
“Usted le dio demasiada rienda suelta a su imaginación. La imaginación es un buen siervo y un mal amo. La explicación más simple es siempre la más probable”.
“El instinto es una cosa maravillosa. Nunca puede ser explicado ni ignorado”.
“Hasta ahora, todos pensamos mucho y decimos muy poco”.
“—Todo asesino es, posiblemente, el viejo amigo de alguien —observó Poirot filosóficamente—. No puede usted mezclar los sentimientos y la razón.”
Curiosidades de la novela
- Los libros de Christie se han adaptado a 27 películas, así como algunas series de televisión y juegos de video. El misterioso caso de Styles fue llevado al cine con David Suchet como Poirot.
- Según el Libro Guinness de los Récords, Christie es la novelista con más libros vendidos de todos los tiempos, precedida únicamente por William Shakespeare y la Biblia. Se dice que su récord es de dos a cuatro billones de obras vendidas. No es el único récord que tiene, pues también es la autora más traducida en la historia.
- La autora le debe mucho a su hermana. Cuando tenía solo 11 años, Christie escribió su primera obra, un poema que apareció en el periódico. Durante su adolescencia, nuevas piezas fueron publicadas, lo que hacía parecer que el destino de Agatha era la poesía. Eso fue hasta que su hermana la retó: le dijo que seguramente no era capaz de escribir una novela de detectives. El resultado ya lo conocemos.
- El manuscrito de El misterioso caso de Styles fue rechazado por seis editoriales. John Lane, quien trabajaba para The Bodley Head, analizó la historia del policía retirado Hércules Poirot y dijo que lo publicaría con una condición: debía cambiarse el final.
- Agatha también se atrevió con el teatro. Escribió La ratonera, una obra que tiene el récord de ser la que se ha presentado por más tiempo en el distrito teatral de West End, en Londres: llegó a las salas en 1952 y todavía se puede disfrutar.
- El MI5 (Servicio de Seguridad Interna de Gran Bretaña) investigó a la autora durante la Segunda Guerra Mundial. La razón es que su libro N or M contaba con el personaje del Mayor Bletchey, un hombre que clamaba poseer secretos de guerra. La posibilidad de que la autora se hubiera inspirado en un personaje real llevó a la organización a poner el ojo en la autora y sus amigos.
- Christie también tenía su lado rosa. Llegó a publicar seis novelas románticas bajo el pseudónimo Mary Westmacott, probablemente para no confundir (o asustar) a sus fans.
- Christie y su primer marido, Archie, llamaron Styles a su primera casa en recuerdo de este libro, que lanzaría su carrera literaria.
- Cuando la editorial Penguin Books lanzó su primera colección de 10 libros en 1935, El misterioso caso de Styles fue uno de ellos.
- Poirot es el único personaje de ficción al que se ha dado un obituario en el New York Times, publicado el día 6 de agosto de 1975.
- En la mayoría de los libros de la autora puede encontrarse una guía de personajes, que sirve como ayuda para que el lector tenga identificado en cada momento quién es cada uno de ellos y sus parentescos entre sí.
Sobre la autora
La vida de Agatha Christie (1890-1976) es digna de un libro. Esta fue una novelista británica considerada como una de las más grandes escritoras de todos los tiempos con más de 2 mil millones de ejemplares vendidos.
Tuvo una infancia feliz dentro de una familia acomodada. Recibió una educación hogareña y, a pesar de que su madre creía que los niños no debían aprender a leer hasta la edad de ocho años, Agatha aprendió a los cuatro. Le fascinaba Sherlock Holmes, le leían literatura gótica y policiaca y se le daban muy bien las matemáticas, lo cual explica por qué escogió la literatura criminal, por ser un cúmulo de acertijos que hay que resolver a través de pistas.
Escribió 66 novelas policiacas, 14 obras de teatro y más de 150 relatos cortos; además de seis libros bajo el seudónimo de Mary Westmacott, orientados hacia la exploración de las relaciones humanas y la psicología. Creó dos de los personajes detectivescos más famosos de la literatura: Hércules Poirot y Miss Marple, pero nunca los reunió en una misma novela. En una grabación redescubierta y lanzada en 2008, la autora expresó sus motivos: “Estoy segura de que no les agradaría encontrarse. A Hércules Poirot […] no le gustaría que le expliquen cómo hacer las cosas, o que una vieja solterona le haga sugerencias”. Recibió varios honores por su trabajo, incluyendo la Orden del Imperio Británico y el título de Dama Comendadora por la Reina Isabel II, es la única escritora mujer que lo ha conseguido exclusivamente por su trabajo. Sus viajes por el mundo le permitieron conocer diferentes culturas, esto se refleja en su variedad de personajes.
En la mayoría de sus obras el asesinato ocurre por envenenamiento, puesto que ejerció como enfermera voluntaria y atendió un dispensario durante la Primera Guerra Mundial. En este período nace su primera novela, El misterioso caso de Styles, y por primera vez presenta a sus lectores un asesinato con el arma homicida de los venenos.
En el invierno de 1926, Agatha tenía 36 años, había perdido a su madre y descubierto que su marido tenía una relación paralela con Nancy Neele. El 4 de diciembre de dicho año apareció su coche con un choque frontal. La reina del suspense tuvo en vilo durante 11 días a investigadores, lectores, curiosos y a dos de los escritores policiacos más famosos de Gran Bretaña: sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, y Dorothy L. Sayers, autora de la serie de lord Peter Wimsey. Se realizó la operación policial más grande que hasta entonces se había visto en el Reino Unido. El 14 de diciembre de 1926, Agatha fue identificada. Se había registrado en un hotel como Theresa Neele. Usó el apellido de la amante de su esposo. En aquel momento Christie no pudo explicar lo sucedido. No recordaba nada. Archie fue el que informó a los periodistas: «Ella no sabe quién es (…) Ha sufrido la pérdida más completa de la memoria».
Por más de 95 años, historiadores, biógrafos y novelistas se preguntaron qué fue lo que ocurrió: ¿depresión?, ¿amnesia?, ¿venganza?, ¿marketing?, ¿intento de suicidio?, ¿un fallido intento de asesinato? Christie mantuvo el misterio como un personaje de sus novelas, ni siquiera se refirió al hecho en su autobiografía.
Agatha Christie fue una autora talentosa, cuyo legado continúa siendo una fuente de inspiración para los amantes del misterio. Su estilo de escritura ingenioso junto con sus personajes icónicos y tramas intrigantes han asegurado su lugar en la historia de la literatura y la cultura popular. El libro donde mata a su detective belga permaneció guardado en una caja fuerte, con orden de que no viera la luz pública hasta que ella falleciera.
Otros títulos publicados: Diez negritos, El asesinato de Roger Ackroyd, La casa torcida y Muerte en la vicaría. (Por: Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)