Investigadores de Cuba y Estados Unidos buscan, pese al bloqueo estadounidense contra la isla, ampliar la cooperación en materia de salud, específicamente en la lucha contra el cáncer, enfermedad que constituye la segunda causa de muerte en ambas naciones y la primera a nivel mundial.
Con la firma de un memorándum de entendimiento entre el Instituto de Oncología y Radiobiología (INOR) de la nación caribeña y el Centro de Cáncer Massey de la Universidad estadounidense de Virginia, los centros médicos de los dos países esperan aumentar los intercambios científicos y la colaboración.
«Este es un paso concreto hacia más colaboración, juntos podemos lograr grandes resultados en la lucha contra el cáncer», dijo a la agencia china Xinhua Robert Winn, director del Centro Massey.
El doctor Winn, con más de 20 años de experiencia como especialista en oncología, aseguró en La Habana que los médicos estadounidenses tienen muchas cosas que aprender de Cuba y «queremos encontrar una manera de utilizar su experiencia».
«Cuba, aún sin contar con todos los recursos económicos que necesita, ostenta muy buenos resultados en la lucha contra esta enfermedad y la historia ha demostrado que cuando trabajamos de conjunto llegamos más lejos, así que espero que este sea solo el primer paso», comentó.
Este momento abre una nueva oportunidad de entendimiento y colaboración.
“Se trata de llevar salud a todos sin importar dónde viven, cómo viven o cómo piensan”, significó el galeno al expresar su satisfacción por el documento que recoge el propósito de compartir con especialistas cubanos de la Oncología todo lo vinculado a ensayos clínicos, en particular de pacientes de comunidades pobres estadounidenses aquejados con cáncer.
Indicó que también facilitará aprovechar el conocimiento de los profesionales de ambas partes e intercambiar científicos, información y conocimientos “porque estamos juntos en la misma pelea”, enfatizó.
El acuerdo firmado en la capital cubana contempla extender la colaboración en materia de investigación, el intercambio académico, de personal, y la realización de ensayos clínicos conjuntos entre el instituto hospitalario cubano y el estadounidense.
Luis Martín Rodríguez, director del INOR, explicó esperan que los resultados de esta colaboración «puedan verse en el corto plazo».
«Traerá muchos beneficios para el desarrollo de nuestros institutos y sobre todo para los pacientes que padecen la enfermedad en los dos países», comentó.
Fundado en 1966, en el INOR se atienden 1 de cada 10 casos de pacientes reportados con cáncer en Cuba.
Según expresó Martín, entre los principales desafíos de su centro médico está incrementar la colaboración con otras instituciones internacionales para desarrollar investigaciones, principalmente en Estados Unidos, pero el asedio estadounidense es un gran obstáculo.
«El bloqueo es un freno total para el desarrollo e intercambio académico oncológico entre Cuba y Estados Unidos, las dificultades no son solo para nuestro centro sino también para las instituciones estadounidenses, que se ven limitadas para compartir experiencias de trabajo con las entidades cubanas», denunció.
«Nuestro centro participa en ensayos clínicos internacionales de diferentes fármacos y terapias contra el cáncer y no podemos enviar las muestras a Estados Unidos, debemos enviarlas a Europa», señaló Martín.
Igualmente reiteró que la política de cerco económico y comercial que durante más de 60 años ha aplicado Washington contra la Mayor de las Antillas impacta de manera «muy negativa» en el acceso a tecnologías y medicamentos.
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Eduardo López González, especialista asesor para temas de Estados Unidos del Ministerio de Salud Pública de Cuba, resaltó que a ello se suman las 243 restricciones tomadas por la Administración del expresidente Donald Trump, «muchas de ellas aprobadas durante este tiempo de pandemia y aún vigentes».
«Limitan el derecho del pueblo cubano a adquirir tecnologías, insumos médicos y materias primas necesarios para la atención a los pacientes. Sin embargo, a pesar del bloqueo, la comunidad científica de ambos países ha mantenido intercambios de buena voluntad y un alto respeto mutuo», afirmó López.
Según pronósticos del INOR, centro de referencia nacional en Cuba, la incidencia de la enfermedad en los últimos años ha mostrado una tendencia al incremento y para el 2025 podrían reportarse en el país más de 55.000 casos de pacientes con cáncer.
«Al cáncer no le importa si eres hombre, mujer, niño, negro, blanco, africano o cubano, así que para vencerlo todos tenemos que ser un equipo, y es para eso que estamos trabajando», declaró el doctor Winn.
Consideró además que, más allá de diferencias políticas, «los sistemas de salud de todos los países deben ser apoyados, no socavados, y la colaboración debe constituir una prioridad».
Cuba muestra avances significativos en las investigaciones sobre el cáncer, entre ellos la vacuna CIMAvax-EGF para pacientes con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón, desarrollada por el Centro de Inmunología Molecular y que se encuentra en fase de ensayo clínico para evaluar su uso preventivo.